«'Puntos de fuga' analiza las patologías de la vida cotidiana»

Antonio Díaz
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La sala Pepe Isbert del Teatro Circo de la capital acogió la presentación de Puntos de fuga, del escritor albacetense Javier Lorenzo Candel

Javier Lorenzo Candel. - Foto: Víctor Fernández

La sala Pepe Isbert del  Teatro Circo de la capital acogió la presentación de Puntos de fuga. Nuevas patologías de la vida cotidiana, del escritor albacetense Javier Lorenzo Candel.  El autor comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos de este ensayo, que ha sido publicado por la editorial  Chamán Ediciones.

Ensayo, una obra distinta a su libro anterior obra, poesía, Anábasis...

Claro, manejo dos cuestiones que me parecen importantes, poesía y ensayo, pensamiento, y este es un libro que pertenece a esa segunda visión de las cosas, desde la perspectiva del pensamiento, la filosofía, la antropología, Puntos de fuga analiza las patologías de la vida cotidiana. 

¿Nos puede poner algún  ejemplo?

A mí me interesaba mucho saber cómo quedó el ser humano después del Covid. Es un análisis, a posteriori, en el  que hemos llegado a ver cierta prevención social, primero y, en segundo lugar, algo que me parece más importante, el miedo. Cuando el ser humano tiene miedo, constituye un acercamiento al yo y no al nosotros, por tanto es una defensa y todo se construye alrededor de uno mismo, es una medida de protección. Creo que la sociedad está creciendo en ese sentido, con medidas de protección que son indudables y eso genera patologías de relación directa entre los  individuos.  

¿Podría citarnos algunas de  esas medidas?

Hay una cuestión principal, que es la relación con el otro, la necesidad de estar atento a las circunstancias que rodean, no solamente al yo, sino también al ámbito familiar, por ejemplo. Eso nos hace rechazar a la persona que tenemos enfrente,  como una situación de cierta hostilidad. Ese sentimiento de protección  nos lo ha dado, básicamente, una enfermedad, el desarrollo del Covid, y nos lo ha instaurado como un proceso social que, evidentemente no será definitivo, porque la sociedad camina hacia contextos que espero que sean más esperanzadores, pero en este momento sí que hay   medidas de protección. 

¿Esto qué conlleva?

Pues mira, muy claramente la sociedad mira hacia adentro, la sociedad objetiva y la subjetiva. La objetiva es aquella que tiende al consumo, a la inteligencia artificial, a todo lo que se gestiona fuera del propio yo. La sociedad subjetiva,  a mí me gusta enfocarla desde el punto de vista del humanismo, la ecología, el feminismo, las reivindicaciones sociales, los otros en definitiva. Esta sociedad subjetiva es la que está minorándose en favor de la objetiva.  

¿Con las guerras, hay margen para el optimismo?

Pero no solamente guerras físicas, sino ideológicas. El afán de protección del que hablamos, tiene mucho que ver con esta protección entre países. El individuo, en definitiva, se amplifica en ciudades, regiones, países, que construyen sus propios niveles de protección. Evidentemente, las guerras son físicas, las que conocemos, pero hay guerras de ideologías, de planteamientos psicológicos, que están construyendo en este momento sociedades. En cuanto al optimismo, en la juventud podemos tener una vía de optimismo o espero que así sea, evidentemente. Son el recurso más inmediato de nueva estructura social y es a través de los jóvenes en los que tenemos que empezar a pensar en esto con optimismo. 

Como recoge en esa carta a los jóvenes. 

Efectivamente, hay este libro, Puntos de fuga, un capítulo que es una carta a los jóvenes, en la que se va defendiendo este tipo de cosas y se les propone una sociedad del nosotros, se les propone una sociedad que construya desde la necesidad de la colaboración y todo ese  tipo de cosas, con defensa de  la ecología también. 

Dos libros en muy poco tiempo, Anábasis, poesía, y ahora Puntos de fuga. 

Sí, ya me pasó también en el año 2020 con Sin piel y Podemos estar tranquilos, uno poesía y el otro ensayo también. Bueno, las circunstancias vienen así. En este momento uno no elige cuando vienen los libros y el de poesía, Anábasis, lo estaba esperando porque se demoró por circunstancias y Puntos de fuga ha seguido el mismo camino. Ahora las circunstancias han hecho que pasara esto. Es como tener dos hijos, entonces hay que trabajar por los dos, claro. 

El de poseía, Anábasis es un libro que funciona muy bien desde que se publicó.

Sí, de Anábasis hay ya varias  reediciones. Es un libro que está teniendo mucho éxito, dentro de lo relativo que es el éxito en el mundo de poesía. Están saliendo my buenas críticas y la verdad es que estoy muy contento con él.