La Unidad de Nutrición Personalizada (UNP) del Hospital General Universitario de Albacete, que echó a andar en mayo del año pasado, ya ha recogido 191 litros de leche procedentes de 45 mujeres donantes, lo que ha permitido beneficiar a 76 bebés que, por distintas circunstancias, no pueden recibir leche suficiente de sus madres.  

«El balance es muy positivo. Estamos muy contentas con el funcionamiento que está teniendo la unidad. Hemos podido atender a todos los bebés que en este tiempo han necesitado leche donada», celebra María Baquero, pediatra de la Unidad de Neonatología, servicio del que depende este recurso.

Del total de litros recopilados, hasta la fecha solo han tenido que utilizarse 93. El resto está almacenado para usarse cuando surjan necesidades, una parte de ella como leche fresca (un plazo máximo de tres meses desde la donación) y la otra, pasteurizada.

Esta unidad puede atender a los recién nacidos que están ingresados en Neonatología y cumplan las indicaciones de prescripción de leche materna donada pasteurizada, entre ellos los prematuros de menos de 32 semanas o menores de 1.500 gramos o con determinadas patologías como crecimiento retardado intrauterino, encefalopatía hipóxico-isquémica y con cirugía abdominal, entre otras dolencias. 

En cuanto a las potenciales donantes, son madres cuyos hijos están ingresados en Neonatología y tienen excedente de leche. «Les estamos muy agradecidas», destaca Baquero, que hace hincapié en los numerosos beneficios que tiene la leche materna frente a la de fórmula en los bebés, sobre todo en los que son más vulnerables, como es el caso de los hospitalizados.  

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