Munera: el innombrable nombre de Cervantes en El Quijote

Ana Martínez
-

Un abogado y un cartógrafo de Villamalea publican un ensayo en el que razonan 19 motivos que sostienen que Munera es ese lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiso acordarse el escritor alcalaíno por su deuda con los trinitarios

Esculturas dedicadas al Quijote y Sancho Panza en la localidad de Munera. - Foto: C. L.

Con toda seguridad sea la frase más pronunciada y sobre la que más filosofía y literatura se ha escrito a lo largo de los últimos cuatro siglos: En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme... Han tenido que pasar 416 años desde su publicación y han tenido que ser dos albacetenses los que han descubierto, «de forma contundente y categórica», como afirma uno de ellos, que ese nombre impronunciable para Cervantes, ese lugar donde transcurre El Quijote, no es otro que Munera.

Algo más de 20 años ha tardado Francisco José Valera en llegar a esta conclusión, despúes de releer una y otra vez la obra cervantina, examinarla con lupa y dar solución a jeroglíficos, acertijos y características propias del lugar que el autor alcalaíno dejó en las dos partes del Quijote, a modo de reto para el lector y con el ánimo de que diferentes localidades de La Mancha se disputaran, a lo largo de la historia, ser ese lugar del que mucho se acuerda Cervantes, pero el que se niega a nombrar.

El trabajo de investigación, que ahora se ha plasmado en el ensayo  Un lugar de la Mancha -que se presentará el 23 de abril en la Casa de la Cultura de Munera- y ha contado con la participación del cartógrafo Álvaro Anguix, incluye hasta una veintena de razones y motivos con los que los dos autores apoyan la tesis concluyente de que Munera es ese lugar de La Mancha que Cervantes no quiere nombrar. De todas ellas, Francisco José Valera destaca el jeroglífico que, explica, aparece en la E capitular con la que se inicia la célebre frase y que se puede observar en la edición de 1605, La Princeps. Desde esta E y hasta la Mancha, si se leen las mayúsculas escritas por Cervantes de derecha a izquierda pone MUN, mientras que la E está suspendida sobre una ERA donde se vislumbran varias parvas de trigo. En este caso, «la Uno debería estar en mayúscula, porque es un artículo, como así lo escribe Cervantes a lo largo de la novela», advierte Valera, abogado de profesión y natural de Villamalea, al igual que Álvaro Anguix.

(MÁS INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA)