La historia de las advocaciones marianas en España está llena de relatos de municipios que anduvieron a la greña por la posesión de una efigie determinada de la Madre de Dios. Son muy escasos, en comparación, los relatos de pueblos vecinos que aparcaron sus rivalidades para compartir ‘su’ Virgen de forma civilizada.

Dos de esos escasos pueblos que han sabido compartir sus tradiciones y devociones, hasta convertirlas en una sola, son precisamente La Roda y su localidad vecina de Fuensanta. Y ayer, precisamente, tuvo lugar una ceremonia que se celebra año tras año, la de la Petición de la Virgen de los Remedios por parte del alcalde rodense, Vicente Aroca.

Como todos los años, por estas  fechas, Aroca, acompañado por concejales de su Corporación y de  miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de los Remedios, se desplazaba hasta Fuensanta sobre las siete de la tarde, para encontrarse con su homólogo, Juan Manuel Núñez, concejales del municipio vecino e integrantes de la Comisión de la Virgen de la citada localidad albaceteña.

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