De tormentoso puede calificarse la vista oral de un proceso que ayer se siguió en el juzgado de lo Penal número 1 de la ciudad, donde una mujer acusaba a su vecino de haber matado cuatro gatos de varios disparos de carabina en el patio de su vivienda, en la calle Larga de Villalgordo del Júcar. La mujer denunció ante la Guardia Civil los hechos en enero y febrero de 2011, cuando varios animales aparecieron muertos, y acusó a un anciano cuya casa linda con su finca, aunque no es la única, según se expuso ayer en el juicio. El acusado, que tiene 91 años, no acudió a declarar, pero el fiscal mantiene para él la acusación de delito continuado de maltrato animal, por el que le pide ocho meses de prisión y una indemnización para la vecina «por daños morales».
La vecina terminó el juicio expulsada de la sala, por interrumpir repetidamente el informe final del abogado defensor, que sostiene que no hay ninguna prueba de que el anciano mató los gatos: «El arma que se le intervino tiene un calibre que no coincide con el de los plomos encontrados en el patio; nadie le vio disparar, la denunciante dijo que pudieron ser unos jóvenes que también iban por la zona, y de hecho siguió denunciando nuevas muertes después de que a mi defendido le intervinieran el arma». Sin embargo la denunciante, dueña de dos de los gatos muertos, insistió en que fue el anciano quien mató los animales, aunque reconoció que no lo vio disparar nunca: «Cuando llamé al 112 la primera vez ya había matado nueve», aseguró, aunque en la acusación solo se habla de cuatro animales. La mujer dijo que «aparecían los animales acribillados a tiros, con sangre por todas partes». La mujer insistió en que la juez y las partes vieran las fotografías de los animales, y llevó también una bolsa con balines de los recogidos en el lugar.
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