Nacida en Fuenteálamo, Dionisia García vivió su infancia y adolescencia en Albacete, de donde marchó a Murcia para estudiar Filología Hispánica. Durante las últimas décadas ha desarrollado allí una fecunda trayectoria literaria desde su primer poemario El vaho en los espejos, donde cultivó diversos géneros: poesía, libros de relatos, novela y ensayo. Es precisamente a éste al que corresponde su última obra, Homenaje debido (Renacimiento, 2014)

«Aunque resido en Murcia desde hace más de  40 años he estado muchas veces en Albacete, ya sea para presentar libros, participar en coloquios o lecturas organizadas por la Facultad de Humanidades, mantengo contactos regulares con novelistas y poetas albaceteños... en definitiva, no me olvido de La Mancha y en mis escritos, de alguna manera, reflejo ese tiempo imborrable vivido allí, por ejemplo en mi obra Correo interior (2009), una autobiografía novelada», confiesa.

¿En qué género se ha sentido más cómoda?

Bien, el estado de ánimo influye mucho, como decía Borges hay cosas que quieren ser escritas en prosa y otras en verso, el tema es el que manda, algo que percibes cuando piensas la obra, porque no se puede escribir espontáneamente, hay que tenerla en la mente y luego en el corazón.

¿Así surgió este Homenaje debido?

El ensayo es uno de los géneros que más aprecio y en este libro están recogidos varios autores a los que he investigado, están Horacio, la Dulcinea del Quijote, Antonio Machado, André Maurois, Anna Ajmátova, Edith Stein, Lampedusa y María Zambrano. Es una reflexión sobre personajes que me interesan especialmente y sobre los que he indagado durante meses e incluso años, personajes con los que, de algún modo, me he comunicado durante la escritura.

¿Tiene algún mensaje implícito la obra?

A mí me interesa mucho el territorio humano y he intentado indagar más sobre su vida que sobre la literatura en sí, aunque una cosa va unida a la otra, por ejemplo, Horacio es un clásico apreciado a través de los siglos o nuestro gran poeta Antonio Machado, sobre el que durante un tiempo parecía que estaba dicho todo; el ensayo sobre Anna Ajmátova surgió tras descubrir la gran obra de la poetisa rusa y, al mismo tiempo, saber lo mucho que había sufrido en su vida; también he querido reivindicar a María Zambrano, una de nuestras grandes filósofas o la entrega y sabiduría de Edith Stein.

¿Establece algún paralelismo entre esos personajes?

Diría que el nexo humano, a pesar del análisis de su obra, he querido resaltar bastante esa parte de gran humanidad que todos ellos tienen. El libro, según la crítica, se puede leer muy bien y aporta paz... de ser así ya sería bastante.

¿Trabaja ya en alguna otra obra?

Sí, lo más próximo será un nuevo libro de poemas que se publicará en España y posteriormente será traducido al italiano. Mientras tanto, seguiré con la crítica literaria y escribiendo otros ensayos, porque ésta es mi vida.