Un secuestro, un intento de violación y un asesinato en menos de página y media. Así da comienzo La revelación (Editorial Samarcanda), la quinta novela de Trinidad Fuentes, una escritora que ya destaca como gran maestra del misterio y la intriga tras los pasos de su admirada Agatha Christie.
«Escribir es mi Ikigai, esa razón vital que me motiva al despertar cada mañana. Construir una historia, aislarme, dar vida a los personajes y convivir con ellos, me hace feliz», afirma la autora, que tiene seis premios literarios en su haber.
Fuentes es también criminóloga, investigadora privada y grafóloga. Posee un máster en Psicología Criminal, otro en Psicología Transpersonal, un posgrado en Coaching y Liderazgo y otro en Mindfulness y Gestión Emocional.
La escritora justiciera, como ya se la empieza a conocer en el mundo literario, nos cuenta que con este thriller inicia una saga protagonizada por la investigadora privada Minerva Nàcher, una mujer empoderada con un rasgo distintivo que va más allá de su inteligencia. La novela está escrita en dos épocas y dos voces, con historias paralelas envueltas en misterio. Se van revelando hechos, secretos, crímenes, vidas entrelazadas, sucesos truculentos, en una constante intriga hasta el final que llega la gran revelación, justo en la última frase.
La detective es requerida por la Policía para ayudar a resolver el crimen de un violador reincidente y, al mismo tiempo, lleva a cabo otra investigación tras la que descubrirá qué tienen en común un hombre adinerado víctima de una mala decisión, una monja atea, un viejo anticuario empeñado en encontrar a su primer amor, un asesino pederasta, una mujer manipuladora y una joven con una súbita enfermedad. Minerva se verá envuelta en una serie de sucesos, misterios e incógnitas, cuya resolución afectará ineludiblemente a su vida.
Partes de la novela están inspiradas en hechos reales ocurridos en un pasado que se remonta a 1933, pasando por la Guerra Civil española y la posguerra, hasta la actualidad. Los capítulos se intercalan entre pasado y presente hasta converger en una única historia.
Es evidente durante toda la lectura, que la autora aplica sus estudios criminológicos en la elaboración de la novela, en la manera de crear la trama y llevar a cabo la investigación, en la construcción de unos personajes con gran carga psicológica, en cómo mantiene el suspense y crece la intriga en cada capítulo para proseguir en el momento perfecto con un goteo de información, pesquisas, indicios y pruebas, hasta que nos aboca con destreza laberíntica a un inesperado final.
Romanticismo
En este thriller se mezcla el suspense del género policial con tiznes de romanticismo y lo más destacable, según Fuentes. «Al escribir este libro he querido resaltar un tema del todo intolerable: la pederastia, así como tomar mayor conciencia sobre el desamparo que viven las mujeres víctimas de violación», comenta.
En el primer capítulo de La revelación, un violador es asesinado en su casa mientras está reincidiendo. Puede parecer una venganza, sin embargo, la autora aclara que no lo es: «Es justicia, no venganza. Hay muchas maneras de hacer justicia y creo que la literatura es una de ellas. Es incomprensible que un violador reincidente esté en libertad, pero nuestras leyes lo permiten. No soy partidaria del ojo por ojo diente por diente, si bien se debería pensar en las víctimas y evitar que hubiese más».
Fuentes describe al detalle en esta apasionante novela escenarios, situaciones y emociones que hacen reflexionar al lector y lo mantienen en vilo hasta la última frase. La revelación no es solo un thriller, es también una historia de familia, de vida, de amor.