La crítica -
Por Juana Samanes
Nueva película de superhéroes ahora en un largometraje basado en un personaje de Marvel Comics del mismo nombre: Kraven the hunter (Kraven El cazador). Hay muchos rumores de que será el último film de villanos del universo de Spiderman que han tenido su película en solitario, visto el fracaso por ejemplo de Morbius, que evidencia un descenso del interés del público por este tipo de filmes.
Kraven the hunter explora el origen de por qué uno de los más icónicos villanos de Marvel llegó a serlo. Así, narra como Kraven mantuvo una relación paterno filial complicada debido al carácter violento y cruel de su progenitor, un mafioso ruso, lo que le llevó a convertirse en uno de los cazadores más temidos del mundo.
El director J.C. Chandor, recordado por películas como Margin Call o El año más violento, toma las riendas de este proyecto, de índole fantástica, donde se luce en las escenas de acción, y también en la elección del reparto, pero menos en el argumento que parece una reunión de villanos a cuál más peligroso. Porque en este filme no solo es un criminal el patriarca y padre de los Kravinoff, de Sergei/Kraven, también lo es su rival: Rhino y los múltiples colaboradores malévolos con los que cuenta, que aparecen y desaparecen de la historia a una velocidad endiablada y a los cuales se les da poco recorrido argumental, al igual que a la abogada amiga del protagonista. También hay confusión con el propio Kraven que, aunque se ha autoimpuesto la misión de matar a personas malvadas, tampoco queda claro que él mismo no sea también otro villano dado la frialdad con la que ejecuta a sus víctimas. Curiosamente Kraven puede agradar a los defensores de los animales y la ecología, porque aunque mata sin pestañear a humanos, se comunica y domina a los animales salvajes, que le respetan. Este personaje está interpretado por el atractivo actor Aaron Taylor-Johnson (Bullet Train, Animales Nocturnos) que, vistas las innumerables secuencias de acción, incluyendo peleas cuerpo a cuerpo, ha tenido que tener una completa preparación física.
Muy violenta y gore, sin ser una película memorable es destacable el rápido y contundente arranque que tiene como escenario una prisión rusa (Sony ha dejado en abierto los ocho primeros minutos, desde hace días, conscientes de que son buenos y pueden hacer de "gancho" para que los espectadores acudan a las salas de cine). En el otro extremo de mala resolución, hay algunas muertes abruptas que transcurren en el film y en el enfrentamiento con Rhino asombra que no está bien conseguido el CGI (imágenes generadas por ordenador) de esta criatura monstruosa y tampoco de algunos animales que aparecen en la pantalla. Y sorprende porque si algo ha tenido esta película es un presupuesto elevado.
La leyenda que acompaña al título de la película da bastantes pistas: "Los villanos no nacen. Se hacen"