Sinopsis oficial
Michelle, una abuela enérgica, vive una jubilación tranquila en un pueblecito de Borgoña. Su vida cambia cuando, estresada por la visita de su hija, le cocina unas setas silvestres tóxicas. Todo lo que acontece después parece fruto del infortunio, pero la sombra de la duda crece cuando conoce al hijo de su mejor amiga Marie-Claude, que acaba de salir de prisión.
La crítica -
Por Juana Samanes
Si algo no le falta a François Ozon es ingenio y, porque no decirlo, picardía, con la cual a veces acierta y otras veces no. En el caso de Cuando cae el otoño vuelve a estar en plena forma y ha escrito, con la colaboración de Philippe Piazzo, una historia divertida, ligera, que definitivamente engancha.
Michelle es una agradable anciana que pasa su jubilación en un bello pueblecito de la Borgoña, en el que también vive su mejor amiga de toda la vida, Marie-Claude. Ambas se hacen compañía y comentan su vida presente y pasada con una gran confianza. En las vacaciones de otoño Michelle espera impaciente la llegada de su hija y su nieto. Pero un incidente con un plato de setas silvestres cambia totalmente la situación. A esto se suma que Pierre, el hijo de Marie-Claude, sale de prisión.
Ozon vuelve al thriller tras Mi crimen, con una cinta de más calidad. En la misma vuelve a abordar el tema del asesinato y la culpabilidad pero también la intensa relación que hay, en muchas ocasiones, entre abuelos y nietos mientras retrata lo que es la amistad sin fisuras. El cineasta ha dicho que tenía ganas de hacer una película que mostrase la belleza de las mujeres de 70 y 80 años que han asumido su edad sin complejos. Con las estupendas actrices Hélène Vincent y Josiane Balasko había ya coincidido en Gracias a Dios, donde tenían pequeños papeles y quedó prendado de ellas y con ganas de repetir.
El germen de este relato afirma que lo encontró en su propia historia personal. Cuando era un niño, una tía suya hizo una comida familiar donde preparó unas setas recogidas por ella, que tuvo como resultado que todos, salvo su propia tia que no las probó, se pusieran enfermos por la noche. Ozon siempre sospechó, que su encantadora pariente había intentado envenenarlos …
Porque si algo le gusta le gusta a Ozon es jugar con la ambigüedad de los personajes para que el espectador pueda, en base a las pruebas que presenta, construir su propio relato y sacar sus conclusiones.
Merece la pena estar atentos a todos los diálogos de la película que son fundamentales para sacar la conclusión pensada por Ozon, o quizás no, porque esta película es un nuevo juego de este director.