Siempre me gusta buscar términos de nuestro castellano que puedan servir de ‘aparejo’ adecuado a mis reflexiones y, a la vez, produzcan cierto interés en conocer su significado por ser poco comunes en su pronunciación aunque muy habituales en su significado aplicado.
Y me ha venido este de Estantiguas, y la verdad es que es curioso por lo que la RAE nos define: ‘procesión de fantasmas o fantasma que se ofrece a la vista por la noche que produce pavor o espanto’; aunque me gusta más eso de ‘procesión de espíritus’ o ‘situaciones esperpénticas’.
Y si no, díganme si no es esperpéntico, el sacrificio de millones de visones en Irlanda y en la península de Jutlandia, es decir, Dinamarca, al detectar la mutación de coronavirus en ellos y que se transmite a los humanos. Y lo han hecho sin proporcionar una base legal y científica adecuada, según los agricultores y criadores de estos lugares, y según dicen, sin potestad legal para dar tal orden. Lo cierto es que una situación así, es esperpéntica sin duda.
Y es que la aplicación de Estantiguas viene a cuento, porque han empezado a ‘levantarse fantasmas de visones’ por aquellos lugares, como consecuencia de que, no solo han infectado las aguas subterráneas, sino que por efecto de esa ‘metáfora final’ en la que miles de cadáveres de estos mustélidos están saliendo de nuevo a la superficie -por efecto de los gases de vaporación- como ‘Visones zombis’ en este noviembre danés donde el terrible ejercicio de especismo banal pasará a la Historia negra de aquel país y de toda Europa.
Pero también podemos ver esperpéntico, el hecho curioso de que el «estantiguo presidente Trump, por poco tiempo» ha vuelto a poner en valor su incapacidad mental, al hacer extensiva esa noticia -personal suya- de reconocer la propiedad del territorio del Sahara Occidental como parte del Estado marroquí y generar una situación «altamente curiosa» de efecto dominó, provocando la anulación del viaje previsto por el presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, a Marruecos, justo en ese mismo momento en el que la noticia americana salía a la palestra.
Pero, tenemos muchas más curiosidades que se podrían acoger a esta definición, versión o adecuación fonomatopéyica -vaya término que me acabo de inventar-, si analizamos el Pazo de Meirás, sus curiosos y ricos tesoros allí almacenados, sus psicofonías o xicofonías del Caudillo -ahora analizadas por expertos y amantes de lo misterioso- o las manifestaciones a sus amistades, realizadas por nuestro querido rey emérito Juan Carlos, al decir que, «salió de la Zarzuela y quiere regresar cuanto antes a la Zarzuela»; no es todo esto, esperpéntico o producto de estantiguas procesiones, fantasmagóricas o mediáticas, increíbles e inverosímiles, rocambolescas o asintomáticas, y si esto fuera poco, analicen esa palabra de moda: ‘allegados’, que no sé si quiere decir que ‘a llegado’ o que ‘se allega’, el caso es que, lío ya tenemos y por si teníamos pocos, uno más. ‘Al pan, pan y al vino, vino’.