Leía en el espacio virtual ‘Renuevo de Plenitud’, una reflexión sobre el nuevo caminar y me venía al hilo de lo que ahora, en tiempos revueltos de pandemia, nueva normalidad y rebrotes, parece ejercitarse como si así debiera ser.
Hace algunos años una importante fábrica norteamericana de calzado, envió a dos de sus representantes a diferentes partes de Australia. La compañía deseaba que el producto le gustara a los aborígenes para poder comerciar con ellos. Era una aventura de alto riesgo pero la firma se dio cuenta de cuántos nuevos clientes podría ganar si la aventura fuese un éxito.
Luego de que cada representante estuvo varias semanas en ese continente, la compañía recibió dos faxes:
-No deseamos nuevos negocios aquí, decía uno. Los aborígenes no solo no usan zapatos! ¿Podríamos haber investigado esto antes y así haberme ahorrado el viaje? ¡Esto ha sido una gran pérdida de tiempo! No veo la hora de volver a casa,
El segundo reporte del otro vendedor era diferente: ¡Vaya! ¡Qué oportunidad increíble tenemos aquí! ¿Sabían que los aborígenes no usan zapatos? ¡Significa que no tenemos competidores de otras compañías! ¡Gracias por esta gran oportunidad! ¡Fue una idea muy ingeniosa haberme enviado aquí!.
Como verá, lo que es un obstáculo para una persona es una oportunidad para otra. Todo lo que se necesita es un poco de optimismo y un poco de alma (o de ganas de caminar).
El profeta Marcos en su capítulo 9:23 expresaba «no vaya por donde le puede llevar el camino; vaya por donde no hay camino y deje una huella», y para nosotros es bueno aprovechar tal dilema porque «Si puedes creer, al que cree todo le es posible».
Por eso amigos, hay ahora un Nuevo Caminar en una Nueva Normalidad, pero ¡cuidado! con ello, porque olvidamos muy pronto, sobre todo, el españolito de a pie, y eso es un grave defecto cuando el Covid 19 ha hecho estragos, ha campeado a sus anchas y sigue haciéndolo mientras no se encuentre vacuna, antídoto y mentalidad de victoria, y eso parece ser va para largo.
Si todos nos cuidamos y todos creemos en la peligrosidad del tema, saldremos adelante con la dignidad y el valor suficiente para resistir a esta lacra, pero para ello, debemos ser cabales, lógicos, humanos, razonadamente humanos, convirtiendo nuestra pesadilla en un pasaje de entendimiento, cuidado y defensa moral de todo cuanto conlleva.
Si las autoridades nos obligan a llevar mascarilla en los transportes, en la calle, en los espectáculos públicos, en los bares, en las playas, pues ¡coño! llevémosla que no se hace por parte de muchos; y si se dice que respetemos las distancias, sobre todo, en personas extrañas a los grupos familiares o habituales, ¡respetemos las distancias! y así, seguro que ese Nuevo Caminar al que tenemos que acostumbrarnos será como el segundo reporte del contestador australiano, pues la oportunidad de una nueva vida después de un nuevo drama será posible y será real.
Sin embargo, no sé por qué, me parece que esto que comentamos, suele quedar en ‘agua de borrajas’ como diría mi abuela Julia, porque los jóvenes no son conscientes, pero muchos adultos, quizás tampoco; y eso sí qué es peligroso o ¿no?
Nuevo caminar porque ahora también es momento para reflexionar sobre las debilidades del modelo de desarrollo que estábamos siguiendo, por eso la Comisión de Reconstrucción debe ser un punto de inflexión para buscar un nuevo modelo. Veamos qué pasa, amigos.