El Albacete Balompié presentó ayer a una nueva jugadora que engrosa su plantilla para la ya comenzada temporada 2022-2023 en la Primera RFEF, segunda categoría del fútbol femenino español.
En un acto con un fuerte componente publicitario celebrado en la sala de negocios del Albacete Balompié en el Carlos Belmonte, la entidad presentó a Sarah Essam, delantera egipcia procedente que reforzará su plantilla.
Essam procede del Stoke City, actualmente en la Women's NationalLeague (tercera categoría) del fútbol inglés. Se convirtió así en la primera jugadora egipcia en participar en una liga europea.
Sarah Essam, en el Carlos Belmonte - Foto: Rubén SerralléLa futbolista cairota, de 23 años de edad, comenzó a jugar al fútbol con tan solo 15 años, cuando fichó por el Wadi Degla Sporting Club de la capital egipcia. Fue convocada con la selección femenina sub-17 para la clasificación del Mundial de 2016 y además, jugó la Copa Africana de Naciones Femeninas ese mismo año.
«Soy una chica árabe que empecé a trabajar y jugar al fútbol en Egipto. Trabajé mucho para salir y jugar en Inglaterra, empecé de cero como cualquier chica y al mismo tiempo estudiaba mi carrera. Fue muy difícil empezar porque no sabía nada de otros países, pero confié en mí misma para conseguir mi objetivo», relató ayer en su presentación, donde se mostró satisfecha por su nuevo destino. «Aquí todo está muy bien en cuanto a la calidad de las personas y los equipos, son mucho más profesionales, y este es un buen camino», subrayó, para añadir: «Haré todo por el Albacete, daré lo mejor que tenga e iré hacia adelante».
En relación con la diferencia entre el fútbol inglés y el español, Essam indicó: «Quiero trabajar muy duro, aquí es totalmente distinto a Inglaterra en el trabajo con los equipos, es el tiki-taka. Quiero lo mejor para mí y para el equipo».
Estudiante de Ingeniería Civil, la delantera es embajadora oficial del Mundial de Catar 2022. En su presentación se le preguntó a Essam acerca de la situación de la mujer precisamente en el país organizador del Mundial, que no sale bien parado en los informes al respecto de Human Rights Watch y Aministía Internacional. «Tengo ganas de enseñar a todas las chicas árabes para que tengan un buen inicio en estos países. Intentan hacer lo mismo que yo, así se puede abrir un camino, aunque por la cultura es un poco más complicado. Pero depende del país porque Egipto es un país muy abierto completamente distinto de otros países árabes», aseguró.
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