Remontada épica y a la final

Europa Press
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El Barça da la vuelta a la eliminatoria tras forzar la prórroga ante el Sevilla (3-0)

Remontada y a la final - Foto: ALBERT GEA

El FC Barcelona se convirtió en primer finalista de la Copa del Rey 2020/21 tras vencer (3-0) este miércoles al Sevilla FC en la vuelta de semifinales celebrada en el Camp Nou, gracias al gol de Gerard Piqué en el minuto 94 que forzó la prórroga donde remontó el cuadro culé el 2-0 desfavorable que traía de la ida.

Los de Ronald Koeman jugarán ante Levante o Athletic Club la final del próximo 17 de abril en La Cartuja. Braithwaite confirmó la remontada azulgrana en el tiempo extra, donde el Barça jugó con uno más por la expulsión de Fernando poco antes del tanto salvador de Piqué. El Sevilla buscó en su presión el gol matador de inicio, siendo el Barça dominador con ocasiones, pero en el segundo tiempo decidió jugar con el cansancio rival y el 2-0 del Pizjuán.

Ese resultado valía su peso en oro para aguantar a un Barça que recortó a los 12 minutos con Dembélé. A los locales les faltó chispa tras el descanso aunque Jordi Alba tuvo el 2-0 con un balón al larguero. Entonces, Ocampos perdonó la sentencia desde el punto de penalti y el Sevilla lo pagó en el asedio local que trajo el frenesí de Piqué a centro de Griezmann al borde del abismo.

Remontada épica y a la finalRemontada épica y a la final - Foto: ALBERT GEA

Como contra Cornellá y Granada, el Barça se ganó esta vez el billete final en la prórroga. El Sevilla apenas tuvo reacción, hundido en su amargura contra el árbitro por reclamar un penalti por mano, después de tocar en el pecho, de Lenglet. Pese a que un gol le bastaba, el conjunto andaluz volvió a caer ante su habitual verdugo en días grandes de Copa, un Barça que ya tiene su primera final con Koeman y jugará la séptima de 'su' torneo en ocho años.

El Barça continuó su gran actuación en Liga ante el Sevilla en una primera parte de claro dominio, pero con deberes para la segunda. Los de Koeman dejaron distintas oleadas ofensivas aunque al descanso solo subió el golazo de Dembélé. En una época que se habla tanto de Mbappé y Haaland, el francés sigue dejando destellos de crack mundial, además de tirar del carro azulgrana.

El veloz y ambidiestro delantero volvió a hacer sufrir al Sevilla y, tras varios avisos, conectó un latigazo a la escuadra como quien no quiere la cosa. El cuadro andaluz salió a presionar al Camp Nou, con el deseo de encontrar un gol lapidario. Sin embargo, el Barça supo salir bien desde su campo y encontrar a De Jong, Pedri o Messi para iniciar ataques con mucho peligro. Dest también dio profundidad, hasta que Acuña se cansó, más que Alba por momentos.

Remontada épica y a la finalRemontada épica y a la final - Foto: Alberto Estévez

La función de ambos era más abrir el campo y facilitar la llegada por dentro de muchos efectivos azulgranas. El centro del campo fue local y el Barça llegó mucho, pero no encontró el segundo. Messi tuvo la más clara, que sacó Acuña bajo palos, con el rival metido al completo en su propia área. Con el balón tardó en encontrar aire un Sevilla con un disparo mordido de Aleix Vidal y un casi remate de De Jong como mínimos acercamientos al descanso.

 

Ocampos falla un penalti y el Barça lo castiga

El Barça, con el mismo once que hace cuatro días en otra 'final' por la Liga, venía dando síntomas de bajón físico y en la segunda parte dosificó. Al Sevilla no le venía mal un partido más calmado y lo agradeció, reforzando su solidez copera, con solo un gol en contra hasta entonces, el de Dembélé. Además, Lopetegui metió refresco y Ocampos volvió como protagonista tras un mes de lesión.

Remontada épica y a la finalRemontada épica y a la final - Foto: ALBERT GEA

Con mucho menos ritmo, el Barça la tuvo en una jugada larga con el centro al segundo palo para la entrada de Alba, pero el lateral internacional mandó su remate acrobático al larguero. La respuesta del Sevilla fue una contra letal, con En-Nesyri y un Ocampos que forzó el penalti de Mingueza. El argentino se pidió la pena máxima y Ter Stegen la detuvo, dando fe y piernas a sus compañeros.

El Barça tiró de orgullo y volvió a la carga, con Griezmann ya en el campo. La acumulación de gente arriba funcionó sobre la bocina, con el centro del galo al remate de Piqué. De nuevo el Barça de las remontadas apareció a tiempo de alargar el partido, en una prórroga dura para el Sevilla, con uno menos por una segunda amarilla a Fernando. Koeman ya había dado refresco con Junior, Ilaix Moriba, Trincao y un Braithwaite autor del 3-0 a centro medido de Alba.

Con casi toda la prórroga por delante aún quedaba tela que cortar, pero el Sevilla no logró meter el miedo en el cuerpo al rey de Copas. Sí tuvo su dosis de polémica, al reclamar un penalti de Lenglet que no interpretó así ni el árbitro ni el VAR. En la protesta murió el Sevilla y en la remontada dio nuevos aires a su temporada un Barça de marejada institucional en busca de una nueva etapa que siempre será más agradable si el equipo funciona.