Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Apearse del sistema

14/03/2022

Escuchaba este sábado que cerca de cuatro millones de personas, en España, se han apeado en estos últimos años, del sistema de trabajo que rige nuestra sociedad globalizada. Es decir, que no les gusta cómo está establecido este sistema económico postmodernista en el que trabajar es un inconveniente por varias razones: no es tu perfil y lo has tenido que elegir, no te pagan lo suficiente en relación al nivel de vida, hay que madrugar y eso no es bueno para la piel y las rodillas, se cobra más con las medidas de ayudas, subvenciones o en el paro laboral que en un puesto de trabajo cualificado y que, 'baretear', hacer escalada, senderismo o vigilar las obras públicas es más entretenido y si cabe, más rentable.
Y así está la vida. Además, cómo tengas mala suerte y se te averíe el sanitario, la lavadora, el grifo del lavabo, tengas un escape de agua o de gas e incluso la TV o el teléfono, lo sentimos mucho, pero o te buscas un amigo o no encontrarás especialista, y si lo hubiera, que alguno anda suelto por esos lares, te cobra 'un ojo de la cara', ¡tú verás!
Así esta nuestro sistema de vida, no hay otro. Todo ha cambiado. Eso de sacrificarte pasó a la historia. Nuestros abuelos y padres han sido los últimos del 'séptimo de Caballería', así que nosotros, por los pelos, hemos podido trabajar con ilusión, más o menos con cierta dignidad y hemos intentado educar a nuestros hijos con los valores de nuestros padres, eso sí, dándoles todo lo que nos pedían y ahora, la juventud que viene, sabe muy bien que eso ya no se lleva y que mejor es, dejar tu trabajo e irte -como el entrevistado por Onda Cero esta mañana- a recorrer el mundo -eso sí que es guay- y vivir la vida de otra manera y los servicios públicos y sociales, incluso los comercios, que los trabaje Rita, la cantaora.
Y luego, está la otra parte del sistema. Vivir de la política, ¡eso, sí qué es un chollo, dicen algunos!, porque cada partido político tiene su RPT, con niveles o escalas incluidas, pagas mensuales, extras, dietas, beneficios y pluses, así como conciertos -no musicales- y dineros para tratar, de una u otra manera, porque hay tajo. Sin embargo, yo soy optimista y entiendo que los políticos son necesarios, seguro, porque toda sociedad que se precie debe de tenerlos para liderar el sistema y mejorar en lo posible. No puede haber democracia si no tenemos políticos de profesión. Cierto es, que en la actualidad, visto lo visto, no están de moda, porque se aplican cicuta entre ellos, se espían entre sí, y luego miran para eso otro lado.
A mí lo que me preocupa y mucho es lo de 'apearse del sistema', porque el sistema económico es la clave de una sociedad en desarrollo. Menos paro, mayor demanda laboral, empresas fiables, leyes adecuadas para que los sindicatos y los empresarios confluyan en un pensamiento afín, no tanto común porque es imposible, pero sí afín a un convenio en el que ambas partes puedan sentirse bien al compartir inquietud, ilusión y trabajo. Eso es lo que toda sociedad moderna necesita.