'EPIS Solidarios', una buena práctica

T.R
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El Colegio Oficial de Trabajo Social de Castilla-La Mancha acaba de premiar la iniciativa solidaria albacetense, galardón que se entregará en un acto en Molina de Aragón (Guadalajara) el próximo 12 de junio

Voluntarias de Protección Civil entregan material a sanitarias del Hospital. - Foto: Rubén Serrallé

La llegada de la pandemia del coronavirus colapsó el sistema sanitario público y los hospitales de Albacete se enfrentaron a una guerra sin cuartel donde faltaban medios de protección, medios técnicos y personal sanitario. En medio de la impotencia de no saber si el  esfuerzo realizado iba a dar resultados y con el miedo a no contagiar ni contagiarse como pensamiento más recurrente entre los profesionales de primera línea, una trabajadora social, Ana Montero, se marcó un reto profesional para intentar ayudar en medio de tanto caos. Y así organizó a un auténtico ejército de mujeres costureras para realizar equipos de protección individual para el personal de los centros sanitarios  ante la carencia de recursos públicos que entonces había. 

Ahora, un año después, el esfuerzo de tantas mujeres y la respuesta solidaria ha sido reconocido. El Colegio Oficial de Trabajo Social de Castilla-La Mancha acaba de fallar sus V Premios de esta disciplina donde el proyecto albacetense EPIS Solidarios, capitaneado por la trabajadora social Ana Montero, ha recibido el reconocimiento en la categoría de Buenas Prácticas Profesionales, dentro de los V premios de este órgano colegial. La candidatura fue preseleccionada por un jurado y sometida a votación entre más de 1.000 colegiados. Así, el galardón se entregará en un acto en Molina de Aragón (Guadalajara) que tendrá lugar el próximo 12 de junio de 2021.

Ana Montero, trabajadora social del Ayuntamiento que en la primera ola, cuando se inició la pandemia, trabajaba con una excedencia por incompatibilidad de administración en el Hospital Perpetuo Socorro, se propuso poner en valor el trabajo social y la importancia de la acción solidaria y comunitaria en un momento de crisis y emergencia sanitaria donde toda ayuda era poca en pleno estado de alarma y donde la prevención de los sanitarios que atendían a diario a pacientes Covid era primordial.

De esta forma, Montero  puso en marcha una iniciativa, que al mismo tiempo sirvió como prevención en Salud Mental para todas las personas que participaron, «que de esta forma vivieron la pandemia de otra manera: sintiéndose útiles y ocupando su tiempo libre de manera solidaria, lo que supuso un enriquecimiento personal y grupal sin precedentes», agregó la promotora, que capitaneó de forma directa a un equipo de 450 mujeres que desembocó en la creación de la cooperativa Puntuales, y también de forma indirecta a muchas personas a través de empresas, autónomos, asociaciones y personajes famosos de la ciudad. Así, en Albacete estaban Aguja Solidaria, Gorros y Calzas Solidarios, Batas Solidarias y Mascarillas Solidarias. A estos cuatro grupos, se sumaron la Unión de Puntadas Solidarias, de Aguas Nuevas y Santa Ana, la Asociación de Mujeres San Blas de Balazote, las Costureras de Ayora y el Voluntariado de Tarazona de La Mancha. Siete equipos que, bajo las siglas de EPIS Solidarios, y con un sinfín de apoyos, desde Los Bomberos de Alicante hasta la Guardia Civil, la Escuela de Ingenieros Industriales de Albacete, la Peña Andrés Iniesta, la óptica La Mirilla o el Club de Natación de La Roda y Protección Civil, protegieron a los profesionales de primera línea de hospitales y residencias.

Empleo. Así, de una idea solidaria surgió un movimiento social cooperativo en torno a Puntuales, que hoy da trabajo a mujeres, tanto de la capital, como de Tarazona de la Mancha, mayores de 45-50 años, que llevaban años fuera del mercado laboral y de esta forma han encontrado una aportación económica  ante la crisis económica surgida de la pandemia del Covid.

El trabajo en equipo les permitió elaborar desde calzas, gorros, batas y otros elementos de protección, así como donar mascarillas FPP2, gafas protectoras, y hasta algunos componentes para los respiradores. En total se entregaron el año pasado 147.000 artículos de protección.

Los voluntarios de Protección Civild se ocuparon de la parte logística siguiendo el listado diario de demandas que hacían los centros e instituciones, fundamentalmente de la ciudad y la provincia de Albacete, pero también de otras provincias cercanas como algunas poblaciones de Cuenca.