Sólo cuatro días después de que se hiciera pública la propuesta de nombramiento de José Martínez Jiménez, actual fiscal superior de Castilla-La Mancha, como miembro de la Sección Penal del Tribunal Supremo, han surgido las críticas a las elecciones realizadas por la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, por el sesgo de las mismas.
Dichas críticas provienen de la Asociación de Fiscales, la mayoritaria y de corte más conservador, cuyos cinco vocales electos en el Consejo Fiscal, entre los que se encuentra el fiscal jefe de Albacete, Juan Francisco Ríos Pintado, critican que se haya elegido los nuevos cargos «de acuerdo con los votos emitidos por los Vocales electivos por la lista de la Unión Progresista de Fiscales y ello a pesar del principio de mérito y capacidad que debe regir en cada propuesta de nombramiento que se remite al Consejo de Ministros».
Fuera de sospecha. En cualquier caso, el nombramiento de José Martínez Jiménez queda libre de toda sospecha, puesto que era el candidato con más méritos para el cargo y además pertenece a la Asociación de Fiscales, que es la que se ha mostrado crítica, aunque principalmente con respecto a los nombramientos de Eduardo Esteban Rincón y Pilar Martín Nájera, en demérito de José Miguel de la Rosa Cortina.
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