El serial taurino de la Albacete finalizó con una interesante novillada de la Escuela Taurina, con tres alumnos locales y otros tres foráneos que brindaron una entretenida tarde al público asistente, que llenó un cuarto de plaza sobre el aforo permitido. Destacó el alumno pacense, Tristán Barroso, quien abrió la puerta grande tras psear dos orejas de su enemigo, mismo trofeo, pero de tono menor, que el que logró el valenciano Nek Romero. Por su parte, Alejandro Quesada paseó una oreja y Francisco José Mazo otra de un buen encierro de El Retamar.