La llama olímpica alumbra Parapléjicos

GUILLERMO GÜEMES
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'Camino a París' reúne a atletas paralímpicos en un encuentro para hablar de los valores del deporte adaptado

La llama olímpica alumbra Parapléjicos - Foto: Javier Pozo

El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, acogió ayer el acto de CaixaBank 'Camino a París', una mesa redonda con los deportistas Sergio y Diego Molina, hermanos gemelos que compiten en la disciplina de triatlón paralímpico, y Luis Miguel García-Marquina, ciclista en la modalidad paralímpica de ruta. Una cita que estuvo moderada por Almudena Rivera, periodista en Marca especializada en deporte paralímpico y donde se puso el acento en la diversidad y la inclusión, valores que «nos hacen más fuertes» como sociedad, destacó Rivera.

Un homenaje a estos deportistas de élite que cuentan con el patrocinio directo y, también, a través de becas para fomentar la actividad física de la Fundación La Caixa, patrocinador oficial del equipo nacional de deportistas paralímpicos desde 2019.

Sólo quedan 126 días, poco más de tres meses, para que la llama olímpica llegue a París, dando inicio a los Juegos Paralímpicos, y Castilla-La Mancha ha sido la quinta parada de esta ruta en dirección a la capital francesa.

historias de superación. García-Marquina pasó por ese mismo hospital cuando tenía 23 años. Él es un ejemplo de los muchos deportistas de élite que tienen una discapacidad adquirida. Campeón en varias ocasiones de motociclismo en Castilla-La Mancha, sufrió un accidente que le impidió volver a caminar. A pesar de ello, no paró de seguir avanzando, siempre de la mano del deporte.

Aprendió «una nueva vida» y una nueva forma de ver el mundo desde su silla de ruedas al recuperarse de su accidente en Parapléjicos. Cuenta que «la discapacidad no te avisa si estás preparado o no», un día llega y sacude tu vida.

«El primer día que me monté en una silla de ruedas descubrí que cuando lo haces para coger una pelota de baloncesto, por ejemplo, no piensas jamás en lo que te falta», explica. Es precisamente en es instante donde «te sientes vivo», ya que el objetivo ha cambiado «va mucho más allá de lo que te pueda pasar».

Los hermanos Molina son referentes junior del triatlón paralímpico y ejemplo de deportistas con una discapacidad congénita. Ambos nacieron con la visión reducida y han convivido «con una sonrisa» toda la vida.

Diego y Sergio tienen 16 años y aspiran a poder llegar a la cita olímpica de Los Ángeles en 2028. El tiempo aprieta y no podrán terminar su 'Camino a París', pero transmiten el entusiasmo y el ánimo que el equipo paralímpico de triatlón llevará a los juegos de verano. Con unos tiempos envidiables para la gran mayoría son «la semilla» que brota para un relevo generacional que está «más que asegurado», tal y como destaca Rivera.