La intensa lluvia que cayó sobre la capital albacetense a partir de las 17 horas, de forma más o menos intermitente y durante casi una hora, provocó que la décima y última del abono taurino albacetense se suspendiese. Como en las últimas ediciones, todo estaba listo para que la ganadería de Victorino Martín y los albacetenses Rubén Pinar y Sergio Serrano -este año se sumó al cartel Manuel Escribano- pusiesen la guinda al serial taurino.

Por la mañana se celebró el tradicional apartado de los toros y el sorteo deparó que Borceguí fuese el primer toro en saltar al ruedo y que Manchonero fuese el último, una vez más, para ser lidiado por el diestro albacetense Sergio Serrano, quien, curiosamente estoqueó el primer toro del abono. No pudo ser por la lluvia, que cayó sobre la capital por la mañana y a mediodía, pero que lo hizo con gran intensidad a partir de las 17 horas.

El inicio del festejo, como es habitual, estaba previsto para las 18 horas, y según pasaban los minutos la lluvia acompañaba la llegada de los diestros. El primero en hacerlo fue Sergio Serrano, después lo hizo Rubén Pinar y en último lugar Manuel Escribano. Hablaron con la autoridad, el presidente del festejo, Joaquín Coy, y con el empresario Manuel Amador, en el callejón y observando el estado del ruedo. Después, los tres diestros se apartaron para analizar la situación y tomar una decisión, que, finalmente, fue la de suspender el festejo, tanto por la integridad de los diestros y de sus cuadrillas, como por respeto al público, que al no comenzar el festejo pudo devolver en taquilla las entradas.

Resignación. El diestro albacetense Sergio Serrano, triunfador de la pasada edición de la Feria Taurina y uno de los pilares de la presente, con dos tardes -tenía previsto su segundo paseíllo-, mostró su resignación por las causas que motivaron la suspensión del festejo. «Son circunstancias del toreo, esto es así , el destino y las situaciones de cada uno, y de Dios, que es el que manda las cosas y para eso está el ser humano, para proveerse de lo que mande».

La decisión de la suspensión fue unánime por parte de los tres diestros implicados. «Nosotros hubiésemos ido para adelante en todo momento, pero hay que pensar que hay familias de los toreros, ya que si sale el toro hay que ponerse. El ruedo no está en condiciones y son cosas que pasan, aunque nos duela a todos, a mí el primero, que se suspenda el festejo».

Manuel Amador, empresario del coso albacetense junto a Simón Casas, señaló que «ha sido una pena que se tenga que suspender la corrida. Hemos pasado una Feria en la que hemos estado varios días muy cerca de la lluvia, aunque lo hemos podido solventar, porque hemos tenido mucha suerte, con tardes magníficas, y el de hoy era un gran colofón al abono taurino. Yo tenía muchas ilusiones en la tarde hoy y la prueba la tenemos en dos tardes de los años anteriores con las que se cerró la Feria».

Sobre la suspensión señaló que «con el tiempo no podemos hacer nada y se ha tomado esta decisión por la integridad de los toreros y también por el público».

Respecto a los comentarios sobre por qué no se puso una lona para proteger el ruedo, el empresario señaló que «la previsión meteorológica no era de lluvia. Por la mañana decidimos celebrar las populares vaquillas, con el sol fuera. Con la chaparrada que ha caído, con lona o sin lona, no hubiera dado tiempo a poder quitarla. Por tanto, no es un problema de lona, sino de toda el agua que ha caído en poco tiempo, que ha sido a partir de las 17 horas, cuando se necesita prácticamente una hora para quitar la lona del ruedo».