El balance de víctimas mortales del ataque ejecutado este miércoles por el Ejército de Rusia contra la ciudad de Cherníguiv, situada en el norte de Ucrania, ha aumentado a 13, según han indicado las autoridades ucranianas, que han agregado que más de 60 personas han resultado heridas.
El ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, ha señalado que hasta ahora se han confirmado 13 muertos y más de 60 heridos. "Aún hay personas bajo los escombros. La operación de búsqueda y rescate está en marcha (...) Entre las víctimas hay dos niños", ha manifestado en un mensaje en su cuenta en Telegram.
Así, ha indicado que entre los fallecidos hay un policía y ha trasladado sus condolencias a los familiares de las víctimas. "Aprovecho la oportunidad para recordar a figuras públicas y residentes la necesidad de tener cuidado a la hora de difundir información sobre las consecuencias del ataque", ha zanjado.
El alcalde de Cherníguiv, Oleksander Lomako, ha afirmado que habrá "los servicios de emergencia participan en las operaciones de búsqueda y rescate" y ha agregado que las autoridades "organizarán el reasentamiento de las personas que necesiten alojamiento" a raíz del ataque.
Según ha explicado el jefe adjunto de la Presidencia de Ucrania, Oleksei Kuleba, han sido tres misiles Iskander los que han impactado en el centro de la ciudad, destruyendo un edificio residencial de ocho pisos, cuatro rascacielos, un hospital y una institución de educación superior, además de "decenas" de automóviles.
Cherníguiv está situada cerca de la frontera con Bielorrusia y tenía antes de la guerra cerca de 300.000 habitantes.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha calificado de "terrorista" este ataque ruso, y ha reclamado a sus socios occidentales que envíen más sistemas de defensa aérea para que Ucrania pueda proteger a su población de golpes como este.
"Esto no sucedería si Ucrania recibiera suficientes medios de defensa antiaérea, y tampoco si el mundo tuviera la suficiente determinación para hacer frente al terror ruso", declaró el jefe del Estado en sus redes sociales.
Fuera de las fronteras de Ucrania, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia ha lamentado lo ocurrido y ha remarcado que esta destrucción y la muerte de civiles se podría haber evitado si Kiev "recibiera todo lo que pide para proteger sus cielos y hacer retroceder la implacable agresión de Rusia".