El sector inmobiliario fue uno de los primeros en sentir una crisis que sigue arrastrando y que deja datos como el hecho de que, entre enero y septiembre de este año 2013, en la ciudad de Albacete sólo se han concedido 68 licencias por obra nueva.
Un dato muy alejado de las 2.492 que se otorgaron en el año 2006, todavía con la bonanza del sector y antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Pero es que ni hasta en 1995, cuando se concedieron 803 licencias de obras, según los datos de la Gerencia de Urbanismo, había unos números tan bajos como los que se registran en este ejercicio.
Y el bajo número de concesiones no quiere decir que el Ayuntamiento ralentice ahora más que antes estas concesiones, es que con un stock de miles de viviendas sin vender en Albacete y la concesión de créditos en mínimos, pocos son los que se atreven a iniciar nuevos proyectos de obra, como lo detallaba el presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Albacete (Apeca), Bienvenido Rosa.
El drástico descenso en el número de licencias de obra nueva va aparejado a una gran caída de los ingresos en las arcas municipales.
Pero la tendencia a la baja no es nueva en 2013, ya que en 2009 solamente se concedieron 178 licencias de obra nueva en la capital; en 2010 habían sido 134; en 2011 eran 118 y en 2012 fueron 100. Con estos datos, no resulta raro que al elaborar sus presupuestos municipales para este 2013, el equipo de Gobierno previera ingresar más incluso por el impuesto al tabaco que por la concesión de licencias de obra.
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