Han sido meses de arduo trabajo de campo en el abrigo rupestre de la Cueva de la Vieja, auténtica joya del denominado arte esquemático levantino, que se extendió por esta zona peninsular hacia el 5.000 a. de C.   Desde principios de año la empresa especializada Esete llevó a cabo el proyecto Una buena práctica de desarrollo sostenible del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica: Proyecto intercomunitario de Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana,  que se lleva a cabo en los municipios de Alpera, Almansa y Ayora, un proyecto que también se apoya desde el Consistorio alperino, que preside Cesárea Arnedo Mejías.
Durante la fase de campo se ha realizado un gran esfuerzo por agrupar y homogeneizar amplia cantidad de información proveniente de diversas fuentes, para unificarlas y ofrecer una visión uniforme en esta zona de contacto entre los conjuntos valencianos y albacetenses, según destaca una de las integrantes del equipo, la ingeniera técnica en Topografía Adela López, que, casualmente, también es natural de Alpera.

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