Con la inauguración, el pasado 29 de septiembre, de la nueva parroquia de Santo Domingo de Guzmán, se cubrió una de las principales reivindicaciones. «La nueva iglesia está en un punto estratégico -defiende la arquitecta e investigadora Elia Gutiérrez- porque está justo donde se integran Las Quinientas de toda la vida con la parte nueva del barrio Hermanos Falcó, con la que no había integración alguna hasta ahora».
Su logro ha supuesto la satisfacción de una barriada con «unas cuantas cosas más pendientes», indica su vicepresidenta, Ramona Aranos. «Nos ha dicho el Ayuntamiento que va a poner bancos nuevos en la puerta de la iglesia», dice el presidente, Manuel Iniesta. Ambos resaltan que el templo «ha hecho que venga mucha gente de alrededor, de los chalets de la Universidad y de la parte nueva y es muy positivo».
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