El director general de la Fundación Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), Rafael de Rey, hizo hincapié en la «imperiosa» necesidad que tiene el sector vitivinícola de nuestro país de exportar, ante un consumo nacional «a la baja». «El objetivo es convertir uvas y vino en euros de una forma sostenida en el tiempo, generando valor añadido, para lo que es fundamental lograr un equilibrio entre lo que producimos y vendemos», afirmó.
Del Rey, que ofreció la primera conferencia enmarcada en el foro empresarial organizado por La Tribuna y Globalcaja en Tomelloso, considera que una producción equilibrada en nuestro país debe rondar los 40 millones de hectolitros, al tiempo que avanzó que la de esta campaña estará «en torno a los 42 millones». Asimismo dijo que hay que evitar situaciones como la que se produjo en 2013, con una producción «récord» que provocó una importante caída de los precios.
Destacó el desplome del mercado nacional, especialmente en lo que al sector de la restauración se refiere y en menor medida en los hogares, e instó a investigar un tercer canal de consumo en ligero auge que pasa por la venta en bodegas, online y el autoconsumo. En contraposición, Del Rey enfatizó que España tiene que «sacar pecho» porque en poco tiempo, «haciendo un gran esfuerzo», ha pasado de exportar cuatro millones de hectolitros a más de 22. «Es una proeza», remarcó.
El reto de bodegas y cooperativas tiene que ser incrementar el valor añadido, ya que la actual pirámide de precio y volumen es «manifiestamente mejorable». «En 2014 exportamos mucho más vino que otros años, pero con la bajada de precios se ganó menos. Vender más para ganar menos no es buen negocio», apostilló el director general de la Fundación Observatorio Español del Mercado del Vino, que insistió en que «España juega en la Champions League del vino mundial, pero en precios tiene mucho camino que recorrer».
Durante su intervención en la conferencia, señaló que en Castilla-La Mancha esta situación se asoma con mayor «crudeza» que en el resto del país, debido a «los vaivenes que se han producido en los últimos años entre precios y volúmenes». Del Rey dijo que las causas obedecen a que se paga menos céntimos de euros por litro que la media de España, se vende más vino a granel y los clientes están muy concentrados en Francia, Alemania e Italia.
Por último, director general de la Fundación Observatorio Español del Mercado del Vino puso como ejemplo de evolución positiva en los mercados al sector vitivinícola de Italia que en 2000, al igual que España, vendía a 1,41 euros el litro y ahora lo hace a 2,60, generando un volumen de negocio de 5.200 millones de euros. En nuestro país, sin embargo, el precio a caído en estos 15 años a 1,07 euros el litro y el valor de las ventas, a pesar de ostentar el récord de exportaciones en volumen, sólo es de 2.800 millones de euros.