Tras el anuncio el pasado lunes por parte de Gamesa de un expediente de despido colectivo que afecta a 394 trabajadores -243 de su planta de Albacete- la Junta movió ayer ficha y se comprometió a hacer «lo imposible» por conservar «el mayor número de puestos de trabajo».
Así lo indicaba la presidenta del Ejecutivo castellano-manchego, María Dolores Copsedal, que añadió que se mantendrán con esta empresa «las reuniones que se tengan que mantener».
No obstante, recordó también que la Administración regional tiene que respetar la libertad y la actuación de las empresas. «La Junta no puede subsumirse de pronto en lo que ha dejado de hacer una empresa privada, porque entonces estaríamos defraudando a muchos castellano-manchegos que no trabajan en esa empresa pero trabajan en otras».
Por su parte, el secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page, reclamó al Ejecutivo regional que intervengan «cuanto antes» por los trabajadores de Gamesa que hay en la región.
Según la empresa, el objetivo de este ERE es adaptar la producción de palas eólicas a la demanda del mercado. Supone el cierre de la planta de Albacete (243 empleados) y de la de Tudela (71 empleados), y de una línea de producción en As Somozas (80 empleados).