La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, señaló, sobre la negociación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) que llevarán a cabo hoy y mañana el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas, que es un debate «difícil y duro» y, por ello, entiende que «haya cierto nerviosismo» pero se mostró optimista con respecto a que sea un buen acuerdo para los agricultores, ganaderos y cooperativas de Castilla-La Mancha.
En una entrevista en el programa ‘Parlamento’, de Radio Castilla-La Mancha, Soriano subrayó que «lo que se ha conseguido hasta el momento es importantísimo» y avanzó que los planteamientos con los que afronta la negociación lo conocen las organizaciones agrarias y el sector, «ya que es el mismo que hemos mantenido estos meses». Asimismo, insistió en que el objetivo principal es mantener los fondos y que Castilla-La Mancha «no pierda ni un solo euro en los programas de desarrollo rural».
SECTOR CINEGÉTICO. En otro orden de cosas, destacó que Castilla-La Mancha «es una región privilegiada en el aspecto cinegético, porque tiene una gran diversidad de especies, orografía y climatología que la hacen muy atractiva para el turismo cinegético».
Soriano afirmó que debido a este potencial, el Gobierno regional tiene interés en «impulsar esta actividad y el turismo cinegético, porque crean mucha riqueza y empleo y nos permiten una mejor conservación de nuestros espacios naturales».
La consejera defendió la necesidad de poner en marcha una nueva Ley de Caza, que llegará a las Cortes Regionales en los próximos meses, ya que la anterior tenía más de 20 años y los conocimientos técnicos y científicos han evolucionado mucho, así como también han cambiado las normativas nacionales y europeas, con la necesidad de saber adaptarse a ellas.
Soriano indicó que, con la futura Ley, «queremos profesionalizar la actividad, dándole al titular cinegético mayor libertad y flexibilidad pero también mayor responsabilidad y formación».
Asimismo, se pretende mejorar el estado sanitario de las especies cinegéticas; impulsar un Plan de Conservación del Patrimonio Genético, para mejorar y proteger las especies autóctonas, como la perdiz roja o el ciervo ibérico; y flexibilizar los trámites administrativos.
La responsable regional también sostuvo que, en la Ley, «nos ocuparemos de manera decidida de las sanciones» para aquellos que incumplan la normativa, de forma que no sólo se contemplen castigos económicos sino que actos graves, como el uso de venenos, puedan incluso suponer una limitación de la actividad.
Por otro lado, se refirió al futuro Instituto de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal, cuyo proyecto de creación llegará también este año a las Cortes y con el que se pretende solucionar la excesiva dispersión del sistema de investigación regional, al igual que han hecho otras comunidades autónomas. Para ello se unificarán los distintos centros de investigación de la rama agroalimentaria y medioambiental en un único Instituto «para ser más eficaces y gestionar mucho mejor todos los proyectos de investigación», concluyó.