Rubén Martín Díaz presentó Fracturas, Premio Internacional Barcarola de Poesía. Un inteligente y brillante poemario que ya está en las librerías, del que el autor habló a La Tribuna.
Un libro que se publica ahora, aunque fue premiado hace algo más de un año.
Sí, se premió en febrero de 2015 y otros tantos meses que llevaba escrito. Tenía ganas de verlo publicado.
¿Qué temática tiene este poemario, Fracturas?
Fracturas tiene una temática distinta a los anteriores, aborda el tema de la pérdida desde el tratamiento de muerte, la peor pérdida que un ser humano puede tener. Al principio, el tono es más reflexivo, con un poco más de aceptación pero según avanza el libro los poemas cogen un tono más visceral, con una carga emocional más fuerte, más profunda.
¿Título global o el de un poema en concreto?
En este caso Fracturas es el título global, que me gustó porque creo que alude a una circunstancia donde la situación emocional que tenía anteriormente se rompe con una serie de incidencias en mi vida que dieron lugar a este libro. Me gustó el título y venía bien, pero no hay ningún poema con ese título.
¿Una situación puntual?
Yo no me planteo hacer un libro, escribo poemas con respecto a lo que me rodea, a la situación que tengo en ese momento. A partir de esos incidentes de los que hablaba, cuando la poesía me pidió paso, evidentemente escribí sobre lo que estaba pasando en mi vida y cuando juntas un número de poemas con una temática parecida, es cuando empiezas a pensar en el libro, pero escribir sobre un tema nunca me lo he planteado.
¿Continúa con ese camino?
Un creador debe evolucionar y no estancarse, ya sea en el tema o en la forma con que trabaja los poemas, porque si se estanca, no llega a ningún lado. Lo primero es que debes notar que avanzas en tu trayectoria e igual que no me planteo crear libros, tampoco me planteo sobre qué escribir o cómo escribir, pero intento no estancarme en todo el proceso creativo. Imagino que seguiré evolucionando, intentando transitar caminos que hasta ahora no he recorrido, para no estancarme y no aburrir a los lectores.
¿Cómo son esas formas en el poemario?
Fracturas no sólo alude a la temática, a esa ruptura emocional, sino que también se acusa en los poemas, que están realizados de forma muy diferente; los hay escritos en versos cortos, otros con versículo o incluso prosa poética. En ese sentido también es muy rompedor el libro. Me gusta que mi poesía sea fresca, con mucha intensidad, que es lo que me hicieron llegar desde el jurado.
¿No tuvo la tentación de retocar, hasta que llegó el momento de la publicación?
Cuando termino un poemario y lo envío, creo que ese libro está acabado. No soy como otros poetas que están continuamente retocando. En este tiempo solo he incluido un poema nuevo y sólo he tocado detalles sin importancia, nada más.
Ha tenido ya tiempo para escribir otro poemario, seguro.
Es lo que pasa, luego parece que uno ha escrito en un año dos o tres libros y no es así. Una cosa es el ritmo creativo, otra la publicación y de momento tengo algunos poemas, pero ni mucho menos para un libro, porque me lo voy a tomar con calma. Sí tengo relatos, cuentos, que llevo trabajando años. Ha llegado el momento de publicar Azul nocturno, título de uno de los cuentos. Ultimo los detalles y creo que estará listo antes de que termine el año.