Se acaba de producir la firma del contrato que da el pistoletazo de salida para que empiecen a contar los 36 meses de plazo de ejecución de las obras de construcción de la Circunvalación Sur. Una de las actuaciones de obra pública más ambiciosas de los últimos años -probablemente la única que se ha desbloqueado, en unos tiempos poco agraciados para esta materia- que se adjudicó a finales de diciembre, el día 21, a un gigante del hormigón, Ferrovial Agroman, que había presentado su propuesta junto a CHMObras e Infraestructuras, bajo la fórmula de Unión Temporal de Empresas (UTE), que es la opción habitual cuando hay que hacer frente a una obra de envergadura, cuantioso importe y aval nada desdeñable.
La oferta de esta UTE, que fue la escogida entre las 22 que concurrían a esta licitación del contrato gestionado desde la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seittsa), implica que, ahora que el contrato está rubricado, algo que se produjo hace apenas dos semanas (el 25 de enero), tiene tres años justos para construir la Circunvalación Sur, un tramo de apenas de 10 kilómetros de longitud que hará de anillo periférico externo de la capital albaceteña.
Un tramo que parece pequeño pero que acortará distancias. Conectará la Carretera de Jaén, desde lo que en un futuro -no se sabe si cercano o lejano- será la A-32 Autovía Albacete-Linares, y que todavía es la N-322, con la A-30, Autovía a Murcia, y la conexión que actualmente hay entre ésta y la Autovía a Valencia y Alicante (A-31).
Entre medias estará la unión con lo que será la Autovía de Los Llanos, otra actuación de la que se puso la primera piedra y poco más, lo que propiciará dar salida al tráfico rodado bien hacia Levante -por un lado- o hacia Andalucía -por otro- de manera más ágil.
pequeños cambios. Si no hay retrasos extraordinarios, la Variante Sur de Albacete podría estar lista para mitad de 2019. De momento, los pasos dados para iniciar los trámites están listos y los Presupuestos Generales del Estado para 2016 recogían ya una partida de 25 millones de euros. Una partida que cobra ahora más importancia si cabe puesto que, cuando se dio a conocer, representaba la cuarta parte del importe total en el que se había presupuestado la obra, que eran más de 95 millones de euros. Sin embargo, y debido a que la adjudicación definitiva ha quedado en 57 millones de euros (57.099.565,98 euros), el dinero que hay sobre la mesa se acerca a casi la mitad del coste total de la infraestructura.
Una pseudo carretera de 10 kilómetros y en la que el conductor tendrá la sensación de estar en una permanente curva a la izquierda, algo que, en su momento, y cuando se presentó el proyecto definitivo, fue advertido como cierto peligro por los técnicos que lo redactaron, que indicaron que «el trazado homogéneo y monótono repercute muy negativamente en la seguridad del conductor».
Sin embargo, era la única opción, puesto que había muchas limitaciones, ya que había que salvaguardar propiedades e instalaciones como la Dehesa de Los Llanos, el Parque Aeronáutico y Logístico e incluso los terrenos dependientes del Ministerio de Defensa y que son parte de la Base Aérea de Los Llanos.
Por esto último, el proyecto contempla reforzar el sistema de seguridad perimetral de la Base y la construcción de polvorines y, para ello, la UTEha tenido que lograr una certificación específica, concedida por la Autoridad Nacional de Seguridad, para garantizar la confidencialidad en relación a la actuación en estas instalaciones.