Los agricultores y ganaderos han dado un ultimátum de 15 días a la Junta de Comunidades para que tome iniciativas que solucionen la plaga de conejos que está devastando los campos, con diezmas de hasta el 80 por ciento en las siembre. Las organizaciones agrarias Asaja y UPA denunciaron ayer en bloque la abundancia de una especie invasora que está desolando las previsiones de los profesionales. «Está tomando unas dimensiones escalofriantes», aseveró ayer al respecto en rueda de prensa el presidente regional de Asaja, José María Fresneda, quien apoyó las declaraciones con imágenes recientes de los animales y las tierras dañadas. «En muchos casos, se está llevando la mitad de las explotaciones de muchos agricultores», indicó sobre un fenómeno que comenzó hace unos años pero que ha eclosionado sobremanera este último ante la impotencia de los profesionales.

El viñedo, los cereales, el olivar, los almendros y las leguminosas están sufriendo las consecuencias de la plaga de conejos, aparte de los daños en los materiales de riegos y las infraestructuras, como la red ferroviaria. «Se multiplican de una manera escandalosa», dijo Fresneda sobre estos animales. Y agregó: «No podemos enfrentarnos a una situación de éstas con lo que tenemos en nuestras manos». Los profesionales pidieron medidas preventivas como la limpieza en los cauces o en los márgenes de la carretera con vallados que frenen la presencia de los conejos.

En la provincia, las zonas más afectadas son la comarca de La Mancha y la Mesa de Ocaña, concretamente en poblaciones como El Toboso, La Puebla de Almoradiel, Miguel Esteban, Villanueva de Alcardete, Villa de Don Fadrique, Quintanar de la Orden, Corral de Almaguer o Quero, aparte de campos en Cuenca, Albacete, y en menor medida, Guadalajara.

La Junta ha comenzado a dar autorizaciones a la caza en las zonas donde está verificada la plaga de conejos, pero el problema sigue afectando con fuerza a los agricultores, por lo que reclaman medidas urgentes, teniendo en cuenta que los seguros sólo cubren una parte. «Para la concesión, el titular debe cursar la solicitud, y los agentes medioambientales evalúan los daños y la necesidad de conceder la autorización. Mientras todo eso pasa, las conejas han parido cuatro veces más», se quejó el representante de Asaja. «Estamos legitimados para que si no se toman medidas contundentes, vayamos a otro tipo de acciones para defendernos», dijo.