La segunda edición de la Vuelta a España en Vespino hizo ayer una breve escala en la ciudad de Albacete, en la plaza del Ayuntamiento, como parte de su penúltima etapa, que empezó en Argamasilla de Alba, provincia de Ciudad Real, a las siete de la mañana y terminó en Requena, Valencia, a las tres y media de la tarde.
Esta prueba no competitiva comenzó el pasado 29 de julio en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar, adonde volverá hoy si la montura, apodada Correcaminos y acompañada de una furgoneta de apoyo, logra acabar un recorrido de 7.000 kilómetros que le ha llevado por 47 capitales de provincia de nuestro país.
Esta vuelta, en sí, es una prueba de resistencia y, sobre todo, de paciencia, ya que la velocidad media del vehículo es de 50 kilómetros por hora. Cada etapa a lomos del Correcaminos corre a cargo de un equipo de cuatro o cinco pilotos que, en este caso, eran todos de una misma localidad de la provincia, de Minaya. Se trataba de Enrique Agenjos, Aurelio Muñoz, Javier Galindo y Jesús Ángel Carrasco. «Hay un quinto piloto -señalaban- que es Juan José Martínez, pero no ha podido estar, por una pequeña lesión, pero forma parte de esta aventura como todos los demás».
Y la «aventura» empezó, como ya se ha mencionado, en Argamasilla. Pasaron por Socuéllamos, y entraron en nuestra provincia por Villarrobledo. Siguieron por Minaya «porque, como es lógico, teníamos que pasar por nuestro pueblo», de ahí a Barrax y, al llegar a Albacete, hicieron una breve escala ante el Ayuntamiento, para dar fe de haber llegado a una capital más de provincia.
Tras una foto de grupo con familiares, amigos y aficionados al mundo de la moto, salieron en dirección a Requena, para dar el relevo al equipo valenciano.
por relevos. La organización de esta Vuelta a España en Vespino por relevos corre a cargo del Moto Club Run-Run Clásicas y del portal www.vespinos.net. La moto es un Vespino de serie al que se le han reforzado algunos elementos para poder hacer el recorrido.
«La verdad es que, para los kilómetros que ha hecho, la moto apenas ha tenido percances -señalaron los integrantes del equipo albaceteño- salvo una avería leve en una etapa que hizo en Portugal y un par de correas rotas».
En cuanto a la etapa de ayer, el recorrido, llano, era especialmente favorable para Correcaminos. De todo el recorrido, el momento más difícil, al parecer, fue atravesar el Puerto de Pajares, en Asturias «y por lo que dijeron los compañeros que hicieron ese relevo, lo peor no fue subir, sino bajar».
Por término medio, la moto ha tenido que hacer 10 horas diarias de recorrido, con paradas breves, para evitar que se enfriase en exceso. En total, ha pasado por las manos de un centenar de pilotos, todos voluntarios, que han recibido un diploma acreditativo.
La primera edición de esta prueba se hizo en el año 2008, y terminó en Barcelona. A partir de ese momento, cada año, ha habido un encuentro nacional de Vespinos. la próxima edición de este encuentro del «600 de las dos ruedas», del que se fabricaron dos millones de unidades, será precisamente en San Pedro del Pinatar.
Durante su recorrido, además, Correcaminos ha participado en varios actos y pruebas relacionadas con la Vespino como, por ejemplo, una carrera de resistencia sobre tierra con Vespinos en Guardiola del Berguedá, en la provincia de Barcelona.