Los autobuses de La Requenense que cubren la ruta Minglanilla-Albacete solo pararán a recoger viajeros en siete localidades, entre ellas tres de la provincia, como son Villamalea, Cenizate y Navas de Jorquera, si los usuarios lo solicitan el día anterior, con 24 horas de antelación, llamando a un teléfono móvil.
Con esta desagradable sorpresa se encontraron los vecinos de estos tres municipios este lunes, día a partir del cual entró en vigor el nuevo servicio de transporte de «parada a demanda», como lo denomina la empresa, similar al que ya aplicó la misma compañía hace un par de semanas en Molinicos, con la consiguiente queja de los vecinos de la localidad serrana.
Junto a estas tres localidades de la provincia de Albacete se ven afectados los vecinos de otras cuatro localidades conquenses: Minglanilla, Villalpardo, Villarta y El Herrumblar, cuyos vecinos suelen acudir con regularidad a hacer gestiones a la capital albaceteña.
La ruta Minglanilla-Albacete es una de las 32 que integran la línea regular de transportes denominada VAC-212. La concesión de la explotación de esta línea de transporte de viajeros, denominada Puertollano-Albacete-Valencia, es competencia del Ministerio de Fomento que hace cuatro años resolvió renovar la adjudicación a La Requenense de Autobuses por un periodo de diez años. Según consta en la página web de Fomento, La Requenense, empresa integrada en el grupo gallego Monbús, es la titular de la línea hasta el 26 de enero del año 2020.
¿las razones?. La Tribuna trató de averiguar ayer las razones que han llevado a la empresa a adoptar este cambio, pero no obtuvo respuesta por parte de la compañía. Lo cierto es que esta modificación no ha sentado nada bien a los vecinos de estas siete localidades que ven reducidas sus posibilidades de conexión con la capital. «Qué pasa si te surge por la tarde la necesidad de ir a Albacete al día siguiente a primera hora, ya no puedes avisar porque el teléfono para pedir que pare el autobús solo funciona de ocho de la mañana a dos del mediodía», se preguntan en el Ayuntamiento de Villamalea.
En Cenizate, su alcalde, Ramón Garzón, también se muestra contrario a la decisión de la compañía, «casi todos los días hay viajeros, al menos cuatro o cinco vecinos utilizan el autobús para ir a la capital», explica el regidor cenizateño quien se plantea lo mismo, «a quién avisas si decides ir a Albacete y ya es por la tarde». El alcalde advirtió que el Ayuntamiento y las asociaciones de la localidad se movilizarán para que el servicio se mantenga como estaba.
En Navas de Jorquera su alcalde, Juan Silvio Heras, mostró su «inquietud» y «preocupación» por esta decisión de la compañía y emplazó a la reunión que mantendrán los alcaldes de los municipios afectados el viernes próximo, fecha para la que se ha convocado un pleno de la Mancomunidad de Servicios de la Manchuela (Manserman) donde están integrados todas las localidades afectadas.
El presidente de Manserman, Pascasio Plaza, alcalde también del municipio conquense de El Herrumblar, confirmó ayer la convocatoria de esta reunión. Según explicó, están tratando de recabar información acerca de la situación de la concesión de la línea y las razones a las que se deben estos cambios. El propósito, dijo, es aunar esfuerzos para que los municipios mantengan comunicación regular con la capital sin necesidad de tener que solicitar la parada con anterioridad. En el caso de los vecinos de El Herrumblar, dijo, es frecuente que tengan la necesidad de desplazarse hasta Albacete, sin ir más lejos para pasar consultas médicas pues están adscritos al Complejo Hospitalario de Albacete, y no al de Cuenca ya que está mucho más lejos. «Tengo 72 años y siempre hemos tenido autobús para ir Albacete, ¿cómo en el siglo XXI nos van a dejar sin servicio?», opina el regidor.
En el año 2010 hubo una oleada de quejas contra Monbús, entonces por cambios horarios en las líneas.