Rocío Gómez López, joven velocista de Lezuza, no se acuerda del accidente que sufrió en los entrenamientos previos al Campeonato de España por federaciones autonómicas. Sin embargo, quienes estaban en ese momento en la pista de Alcorcón no lo olvidan, ya que el tremendo impacto les hizo temer por la salud de la atleta.
Plenamente concentrada en preparar la salida de tacos, la flamante plusmarquista regional chocó en su aceleración con uno de los carros que se utilizan para transportar vallas, transportado en ese momento por un operario en la recta principal. Su postrero intento por esquivarlo la hizo caer en mala posición y perdió el conocimiento, por lo que fue trasladada en ambulancia hasta un centro hospitalario madrileño, donde permaneció dos días.
Todo ello lo explica la propia atleta a La Tribuna de Albacete basándose en lo que le han comentado compañeros y técnicos, ya que ha perdido la conciencia de lo que ocurrió en ese momento. Por suerte, quedó en un susto y posteriores reconocimientos médicos han descartado lesiones óseas, «aunque tengo una herida profunda que puede haber afectado a algunas fibras», explica Gómez.
La velocista va a probar esta semana su estado físico, pero todo hace indicar que el suceso la va a llevar a cerrar de forma anticipada una campaña que aún la debía de llevar, entre otras citas, al Campeonato de España absoluto. Aún así, ella se muestra positiva, consciente y «hasta sorprendida» de la gran temporada al aire libre que ha realizado.
Gómez llegaba al ciclo estival con una mejor marca en 100 metros de 12,22 segundos (conseguida en 2013), que ha mejorado hasta en ocho ocasiones (dos de ellas con viento superior al legal). A mediados de junio, dos semanas antes de cumplir los 21 años, conseguía un nuevo récord de Castilla-La Mancha (11,84) y el primer fin de semana de julio se proclamó campeona de España promesa (sub-23). A esos éxitos, se une su contribución a los buenos resultados de su club, el Playas de Castellón, con un tercer puesto en su prueba en la final por el título de División de Honor.
«No esperaba bajar tantas veces de 12 segundos, aunque este año habíamos centrado todo el entrenamiento en la temporada de verano y sabía que estaba progresando bien», explica la atleta, que se inició en el atletismo cuando su monitor de fútbol en Lezuza reparó en las posibilidades que le daría su velocidad. En su paso por los campeonatos escolares, Maxi Hortelano se fijó en ella para incorporarla al grupo de entrenamiento del CA Albacete. Ahora, en las dos últimas temporadas, se entrena a las órdenes de Olallo Fernández en Ciudad Real, ciudad donde cursa sus estudios universitarios de Ciencia y Tecnología de los alimentos.
Los éxitos conseguidos en esta campaña motivan para el futuro a esta joven lezuceña, que logró su primera medalla nacional en 2012 y luego vio frenada su progresión por diversas lesiones. También se muestra contenta el «buen grupo de entrenamiento que tenemos» y su presencia en el Playas de Castellón, un club puntero que «se porta muy bien, no tiene deudas con los atletas y se preocupa por nosotros». Además, pertenecer al club levantino le permite medirse a las mejores especialistas nacionales en la Liga de Clubes.
Para el futuro, piensa más a progresar paulatinamente y seguir mejorando sus registros, «ya que no suelo ponerme grandes objetivos a largo plazo», pero sí reconoce una ilusión especial: «llegar a ser internacional con la selección española».