Libisosa no deja de arrojar información desde que comenzasen los primeros trabajos arqueológicos en el Cerro delCastillo de Lezuza a mediados de los años 90. El profesor del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Alicante, Héctor Uroz, codirector de la excavación y autor de la obra Prácticas rituales, iconografía vascular y cultura material en Libisosa, pone de relieve la importancia de los hallazgos llevados a cabo hasta la fecha. «Sobre todo su importancia radica no ya en los descubierto hasta ahora, sino en el tremendo potencial que encierra; un ejemplo es que durante las tres últimas campañas hemos llegado a localizar más de 500 objetos completos, además de innumerables restos, esta claro que lo mejor todavía está por descubrir», comenta a La Tribuna de Albacete.
Uroz, que adelantaba estar pendiente de la financiación que obtendrán de la Junta de Comunidades este año con vistas a comenzar una nueva campaña hacia los meses de junio o julio, subraya que «Libiosa es un yacimiento clave dentro del período final ibero-romano, el mejor conservado, sin duda, de la Península». Un ejemplo de esa riqueza son la docena de vasos decorados aparecidos en sucesivas excavaciones, de los que se hacía eco recientemente el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), la primera agencia pública de ámbito estatal especializada en información sobre ciencia, tecnología e innovación en español, basándose a su vez en un artículo incluido en la revista Archivo Español de Arqueología (dependiente del CSIC), que describía en concreto tres de esos vasos, concretamente los que tienen en común una decoración de carácter mitológico (combates y escenas ecuestres).
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