La crisis ha dejado muy tocados a algunos de los principales sectores que forman parte de la economía verde como la energía eólica y fotovoltáica que el pasado año tuvo crecimiento cero en la provincia albacetense, sobre todo, porque sus primas se han visto muy recortadas, pero también el forestal está en plena lucha por su supervivencia. No sólo de cuatro años acá un 20% de las empresas de este sector han cerrado sus puertas, sino que, además, se ha perdido un 70% de los puestos de trabajo que había entre fijos y eventuales, según información facilitada por el presidente de la Asociación de Empresas Forestales de Castilla-La Mancha (Asefcam), Joaquín Serena, con sede en la Confederación de Empresas de Albacete, FEDA. Asefcam está formada por 16 empresas dedicadas a esta actividad en la comunidad manchega, siete de ellas, ubicadas en la provincia. Son empresas con un trabajo muy estacional y, además, altamente dependientes de las ayudas que se conceden por parte de la Administración dado el tipo de actuaciones que llevan a cabo: repoblaciones y tratamientos selvícolas y preventivos de incendios. El 2010 ya les supuso tener que regular la plantilla de fijos-discontinuos pero fue el 2011, en palabras de Serena, el que supuso «el principio del fin».
«El principio del fin» porque, explica a continuación, desde el 2010 únicamente ha salido para adelante una convocatoria de ayudas por parte de la Junta de Comunidades, pero con limitaciones. La convocatoria salió en diciembre del pasado año y las ayudas son para tratamientos selvícolas y preventivos contra incendios, pero únicamente pueden acogerse aquellos titulares, sean públicos como privados, cuyos montes cuenten con un plan de ordenación de sus recursos forestales. La próxima convocatoria ya no será hasta el 2016.
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