Son edificios singulares algunos por su monumentalidad, todos por su ubicación en lugares privilegiados de la ciudad. Del Altozano a la calle Ancha, siguiendo por el Paseo Simón Abril, encontramos un puñado de inmuebles vacíos, sin alma y sin perspectivas de uso a corto plazo. Lo peor es que algunos llevan ya años, muchos años, clausurados. Hablamos del Banco de España, que echó el cierre hace ya 13 años, o del Chalé de la Comisaría que va para ocho años vacío. Hay también singulares locales comerciales privados en el corazón de la ciudad a los que no se termina de dar salida, ahí están los sempiternos escaparates de Legorburo sellados por carteles publicitarios, o los bajos que un día albergaron el popular Simago.
«La soledad no sienta bien a las personas, pero tampoco a los edificios», advierte el presidente del Colegio de Arquitectos, Pedro Torres, a quien se le escapa la palabra «pena» al reflexionar en voz alta sobre este panorama. Si nos centramos en los edificios públicos, la voz de los arquitectos opina que mantener estos inmuebles en este estado no solo es «un mal ejemplo» de cara a los ciudadanos, sino que además puede terminar afectando a la ciudad, «si se deja degradar edificios de este corte, lo que hay alrededor se nos irá degradando igualmente».
Entre los presupuestos públicos mermados por la eterna crisis y los cambios de gobierno, lo cierto es que las fuentes consultadas por La Tribuna no aciertan a dar una respuesta acerca de hasta cuando seguirán vacíos estos inmuebles. No es fácil buscarles una salida y un uso adecuado, sobre todo cuando su condición monumental obliga a conservar ciertas estructuras, pero expertos y vecinos claman porque se intervenga en ellos y no se les deje morir por esa enfermedad llamada desuso.
«Sería muy bueno rehabilitar estos edificios en lugar de estar pensando en hacer intervenciones nuevas casi fuera de la ciudad un tanto faraónicas», dice el presidente de los arquitectos, refiriéndose al inicio de la construcción de la Ciudad de la Justicia junto a los Llanos del Águila. «Es una opinión particular, pero creo que bastante compartida, pero creo que no es bueno desplazar esa actividad que dinamiza el centro de la ciudad», insiste Torres que se muestra partidario de destinar el Banco de España a edificio judicial.
<b>BANCO DE ESPAÑA. 13 AÑOS DESPUÉS, ¿QUÉ?</b> Trece años lleva cerrado el edificio del Banco de España. Los hechos confirman que el anunciado proyecto para rehabilitar dicho edificio como sede del Museo del Circo está parado. Una realidad que ningún responsable político reconocía con claridad, hasta ahora. Un portavoz del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem) confirmó a La Tribuna que este departamento no está en condiciones de acometer ya este proyecto, no hay ni presupuesto, ni personal para llevarlo a cabo. «Las circunstancias económicas actuales son diferentes a cuando se anunció en 2011, no hay ninguna inversión prevista en los Presupuestos del Estado del 2016», recalcó Carlos Forteza, portavoz del Inaem, quien recordó que además está la cuestión urbanística de cambio de uso que sigue sin resolver el Ayuntamiento.
¿Qué se hará con este edificio entonces? No hay respuesta. El inmueble es propiedad de la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria del Patrimonio (Segipsa), entidad que llegó a anunciar una inversión de 4 millones para rehabilitar este edificio, de cuya gestión se encargaría el Inaem. En Segipsa dicen que mientras no anuncien nada en su web respecto al edificio no hay nada que decir. La única noticia al respecto que figura en su portal es sobre el contrato que hicieron en 2011 por 90.000 euros para redactar el proyecto del Museo del Circo.
<b>CHALÉ DE FONTECHA, AL MENOS EL JARDÍN.</b> Otro museo, el de Arte Realista, también está en el aire. Y mientras tanto el chalé de Fontecha, antigua sede de la Cámara de Comercio, vacío. Hace un año que la Diputación de Albacete compró este edificio, pagó 4,2 millones de euros, y llegó a iniciar los trámites para contratar la redacción del proyecto de hacer las obras necesarias, para las que había un presupuesto de 1,37 millones.
El cambio de color político en la corporación provincial ha traído la paralización de este proyecto. «No es una prioridad», se limitan a señalar desde la Diputación, gobernada ahora por el PSOE, y alegan problemas de liquidez para afrontar la fuerte inversión que requiere la puesta en marcha de este Museo de Arte Realista. De hecho, han detraído 120.000 euros de la partida que había para las obras para subvencionar el transporte escolar.
Su presidente, Santiago Cabañero, nada más tomar posesión ya dejó ver que quizás el Chalé de Fontecha tendría otro uso, «ojalá y podamos tener ese museo, a lo mejor aún estamos a tiempo de buscarle otra ubicación más barata y rentable y dedicar el Chalé de Fontecha a otro uso que le pueda venir mejor». ¿Cuál será ese uso? Quien sabe. De momento, la Federación de Asociaciones de Vecinos ha sugerido que el bello jardín de este coqueto chalé de la calle Ancha sea abierto al público, para crear un «reducto verde de tranquilidad en pleno centro». «Sería un ejemplo de jardín histórico en el interior de una manzana», algo nuevo en la ciudad.
Esta construcción, declarada Bien de Interés Cultural en fechas recientes, fue construida por el arquitecto Julio Carrilero en 1922. Fue vivienda de la familia Fernández-Fontecha e incluso sede del Gobierno Civil durante varios años. El edificio fue abandonado y llegó a correr peligro de demolición, hasta que en 1988 la Cámara de Comercio lo compró y remodeló garantizando su pervivencia hasta hoy. La complicada situación económica de esta entidad, asfixiada por la crisis, le hizo perder su patrimonio.
<b>COMISARÍA SIMÓN ABRIL ¿MUSEO O BIBLIOTECA?.</b> Desde que la Policía Nacional estrenó su moderna comisaría en el Puente de Madera, este chalé del Paseo Simón Abril está vacío. Ocho años sin vida han dañado a este singular edificio, que se caracteriza por su singular torre que da a la esquina de María Marín. El Ayuntamiento de Albacete es el propietario de esta construcción desde el año 1988, gracias a una permuta que hizo con el Estado: el consistorio entregó al Ministerio de Interior el solar de la vieja prisión provincial y a cambio se quedó con este chalé y con los terrenos que hoy ocupa la piscina del Paseo de la Cuba. Mientras el inmueble, que está protegido y figura como un bien de aprovechamiento cultural y docente, se mantuvo con vida. Pero en 2007 los policías se fueron y le entregaron las llaves al Ayuntamiento. Han pasado ya tres alcaldes y siguen dándole vueltas a qué hacer con este inmueble que está protegido. «Se está estudiando con los técnicos qué posible uso dar a este edificio», es la única respuesta que dan en el consistorio desde hace tiempo. Los últimos en aportar una idea han sido los vecinos, a través de la FAVA, que han propuesto la rehabilitación de este chalé construido en 1929 como sede de un museo regional de artesanía. El PP, cuando era oposición, sugirió que se destinase a centro cultural y biblioteca para el Ensanche.
<b>CASA SINDICAL. SIN PLANES.</b> Otro edificio público que aunque todavía algo habitado su estado de abandono clama al cielo es el edificio de Sindicatos, propiedad del Ministerio de Trabajo, aunque su uso esté cedido a CC OOy UGT al ser patrimonio sindical acumulado.
Tras el toque de atención que le dio el Ayuntamiento por el riesgo de desprendimiento de las losetas de la fachada, se colocó unas vallas para evitar peligro para los viandantes y así sigue. CC OO dejó las dos plantas que tiene asignadas hace dos años, aunque las usa eventualmente para algún curso de formación; en las otras dos plantas UGT mantiene sus oficinas. El Ministerio de Trabajo confirmó que no hay ningún plan para restaurar este inmueble que en sus bajos tiene un antiguo cine, que luego fue teatro, clausurado desde hace años.