Los orígenes del castillo de Carcelén se remontan al siglo XIV y su fisonomía recuerda, en buena media, a la no lejana fortaleza de Alcalá del Júcar. Objeto de una profunda restauración -la última en la década de los 90-, en la actualidad acoge la biblioteca municipal, anexa a la torre del homenaje, y el club de jubilados en la planta baja, siendo necesario concertar cita en el Ayuntamiento para visitarlo fuera del horario de lectura.
La historia reciente del monumento más emblemático de esta pequeña población de La Manchuela demuestra su plena integración en la villa: estas dependencias también acogieron el Consistorio (incluso durante los primeros mandatos de la actual etapa democrática) y el colegio público; incluso la plaza anexa, antiguo patio del castillo, es utilizada para distintos actos durante las fiestas de agosto, asociadas a los populares montones.
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