La patronal agraria Asaja no sabe «ni media palabra» de la posición que defenderá la consejera María Luisa Soriano en la conferencia sectorial de Agricultura, convocada para el próximo martes y donde se definirá el reparto por comunidades de las ayudas de la nueva Política Agraria Común, más conocida bajo las siglas PAC. Es más, Asaja denuncia que Soriano ni se ha reunido con ellos (son la organización agraria con más afilados en la comunidad), ni ha tratado de consensuar una ‘postura regional’ para llevarla a Madrid, como sí han hecho el resto de Gobiernos autonómicos.
Asaja da este golpe sobre la mesa apenas cinco días antes de que se celebre la citada sectorial, donde «nos lo jugamos todo». Como apuntó ayer su secretario general, José María Fresneda, «jamás nos imaginamos que nos íbamos a ver como nos vemos», «ni se nos ha llamado», «jamás hemos sentido tanto desprecio».
Se perderán 275 millones. Pero lo peor son las más que posibles pérdidas económicas para el agricultor y ganadero, avisó Fresneda. Desde Asaja se calcula que Castilla-La Mancha podría dejar de percibir unos 275 millones de euros al año del pago único. Según estiman, de los 970 millones anuales que le hubieran tocado a la comunidad con la propuesta inicial de pago único de Bruselas, se pasaría ahora a 692 millones, siguiendo los «cinco puntos de convergencia» propuestos por el Ministerio y que no gustan a la patronal.
Con estos números bajo el brazo, desde Asaja ya se avisa de que la posición actual del Ministerio de Agricultura para la reunión del martes -si no hay contrapropuesta regional que lo remedie- «perjudica a Castilla-La Mancha» frente a otras comunidades. Y «nos vamos a ocupar de ir puerta por puerta para que los agricultores de la región sepan la verdad», advirtió el responsable agrario.
Y todo ello pasa sin que se sepa aún qué opina sobre esto la consejera Soriano o si guarda algún ‘as’ bajo la manga, según lamenta Asaja. «Ni se ha consensuado nada, ni sabemos la posición de la consejera, ni tenemos la más remota idea de cómo se ha negociado», recalcó Fresneda en rueda prensa.
Y es que, según dijo, Asaja no ha estado en ninguna de la reuniones celebradas para hablar de la PAC desde el pasado julio, cuando se aprobó la nueva política agraria en Bruselas. En este tiempo sólo ha mantenido un encuentro con la Consejería de Agricultura para rellenar un cuestionario, que fue remitido por el Ministerio hace unos meses para «tomar la temperatura al sector».Se ha pasado de ir codo con codo, «a ser unos extraterrestres», denunció.
Una ausencia de diálogo entre la patronal agraria y la Consejería de Agricultura que «estoy convencido de que no es lo que quiere el Gobierno de Castilla-La Mancha», aseguró Fresneda. Y que choca, según añadió, con el peso específico que están tomando ahora las entidades financieras en esta negociación de la PAC. Según aseguró, a día de hoy «son los principales aliados de la Consejería para desarrollar sus políticas» y «de balde no hacen nada».
No obstante, Fresneda trató de ser conciliador e hizo ayer un último ofrecimiento al diálogo. Instó a la consejera Soriano a acercar posturas con la patronal agraria de aquí al martes, a consensuar un postura unitaria de Castilla-La Mancha frente al Ministerio y a sacar la «política» del debate agrario.
A pesar de este enfado -creciente- de la patronal agraria con Soriano, Fresneda descartó ayer la posibilidad de convocar movilizaciones, como sí lo ha hecho ya el sindicato UPA, que protestará el martes en Madrid. Como explicó, «para plantear una movilización ésta tiene que ser muy gorda», «ir con 2.000 personas a Madrid no es nada».
Un ‘malestar’ que, por otra parte, también se traslada a la oposición socialista. Al secretario general de Asaja en la región le «preocupa mucho» el silencio que está mostrando en este asunto.