El placer de aprender

MAITE MARTÍNEZ BLANCO
-

Horas de laboratorio, exposiciones orales y 150 horas de creatividad, servicio y acción, son algunos de los contenidos del exigente programa de Bachillerato Internacional creado en Suiza en 1968 y que hoy funciona en medio mundo

Hace casi medio siglo que alguien soñó con «crear un mundo mejor a través de la educación», ofreciendo a chicos «altamente capacitados y motivados, que se guían por valores» estudios de calidad que fueran aceptados universalmente para así facilitar la movilidad internacional de estos estudiantes.

Hoy, 47 años después, ese sueño que se llamó Bachillerato Internacional se ha hecho realidad en 3.300 centros de 141 países donde cursan esta enseñanza casi un millón de alumnos. Este modelo de aprender está promovido por una fundación con sede en Ginebra (Suiza). En España cerca de 80 centros educativos, 26 de ellos públicos, lo ofertan. En Castilla-La Mancha son tres los centros que ofrecen esta modalidad de enseñanzas, uno de ellos está en Albacete, es el IES Bachiller Sabuco. Este centro se aventuró en esto del Bachillerato Internacional hace ya 14 años y la experiencia no ha podido ser mejor.

Sus alumnos comparten instalaciones con los más de 400 estudiantes de Bachillerato Nacional que estudian también en este histórico instituto entre los turnos de diurno, nocturno y a distancia, pero se distinguen por su modo de aprender.

Un modo que los profesores explicarán a los padres y alumnos que estén interesados en optar a una de las 30 plazas que, aproximadamente, se ofertan cada curso para acceder a 1º. Dado que suele haber más solicitudes que vacantes, el criterio de acceso lo determina el expediente académico, «hacemos la media de 3º de Secundaria y de las dos primeras evaluaciones de 4º, quienes entran tienen como mínimo un notable», explica Ana Rodríguez Vera, directora del IES Bachillera Sabuco.

<b>MÁS HORAS LECTIVAS.</b> Estudiar este Bachillerato no supone un gasto extra para los alumnos. Los gastos de matrícula y la pertenencia a la organización del Bachillerato Internacional son cuantiosos, señala la directora, pero son costeados por entidades privadas como Globalcaja y la Fundación Caja Rural y una parte la Consejería de Educación.

El Bachillerato Internacional se cursa a lo largo de dos años. Igual que el convencional. Aunque sus alumnos a día de hoy tienen una hora más de clases todos los días. Entran a las 8,15 horas, pero su campana en lugar de sonar a las 2 del mediodía, no les da vía libre para irse a casa hasta las 3 de la tarde.

Esto es así porque a la espera de que de que el Ministerio de Educación acuerde un currículum integrado, los alumnos del Internacional tienen que hacer un esfuerzo adicional para completar el currículo LOE, que es el vigente en nuestro país, y prepararse la prueba de acceso a la universidad. Aunque, el título de Bachillerato Internacional por sí mismo permite a sus alumnos acceder a un buen número de prestigiosas universidades de todo el mundo.Los estudiantes de este singular Bachillerato estudian seis grandes materias: lengua, que comprende también la literatura; idiomas extranjeros, que puede ser inglés, francés o alemán, las tres lenguas que se ofertan en el centro. Una tercera gran área que abarca historia, geografía y economía; un cuarto grupo que comprende física, química, sistemas ambientales y biología y finalmente la quinta materia que son las matemáticas. La sexta materia se reserva para las asignaturas optativas.

La clave está tanto en los contenidos, porque los alumnos profundizan a un mayor nivel, como en la forma de aprender. Las horas de laboratorio se multiplican, se hacen hasta 60 horas de prácticas de Física, Química y Biología, un trabajo muy enriquecedor que les permite experimentar con la teoría aprendida. Son frecuentes también los trabajos que tienen que hacer los alumnos, tanto escritos como orales, se trabaja mucho ambas formas de expresión. Por tanto, lo que se exige a estos alumnos es que tengan una gran capacidad de trabajo y una predisposición a realizar este esfuerzo. «Es verdad que se trabaja mucho en este Bachillerato, pero no hay que verlo como algo gravoso o una carga, sino todo lo contrario», aprecia la directora del centro.

«Es una forma de trabajar que les aproxima a lo que luego va a ser la universidad, les ayuda a adquirir muchas destrezas que luego les son útiles», explica Ángela Sánchez, coordinadora de estos estudios, que aclara que estos estudios no están pensados para alumnos superdotados, sino para chicos con ganas de trabajar y de aprender, jóvenes que tengan buenos hábitos de trabajo, «si haces deporte tus músculos se ponen fuertes, pues la cabeza funciona igual si tú la trabajas a fondo se desarrolla muchísimo y los resultados que se obtienen son espectaculares, más aún en esta edad que es cuando se produce el gran cambio en las estructuras cerebrales».

<b>EXAMINADORES DEL MUNDO.</b> El nivel de calidad en el aprendizaje no lo marca el centro, sino la propia organización del Bachillerato Internacional. Los exámenes que hacen estos chicos son enviados a una central que está en la ciudad galesa de Cardiff y desde allí se distribuyen a examinadores que están repartidos por todo el mundo y que son los que se encargan de corregir estas pruebas.

Una prueba de Química de un alumno de Albacete puede terminar en China o en Argentina, mientras que un examen de lengua quizás sea evaluado por un docente de Chile. La evaluación, por tanto, siempre es externa. Una característica que lo distingue, por ejemplo, del Bachillerato de Excelencia. Para obtener el diploma de Bachillerato Internacional, además, hay que realizar un trabajo monográfico que es casi una tesina sobre un tema del interés del alumno en el que debe de investigar. Un estudio estadístico para comprobar los efectos del tabaco realizando mediciones de CO2 en distintas muestras de población o una investigación sobre la absorción de las radiaciones no ionizantes que emiten las wifis o las antenas de telefonía móvil, son -por citar dos ejemplos- algunos de los trabajos que han realizado alumnos del Bachillerato Internacional de Albacete. «Son trabajos completos, que requieren al menos 40 horas de investigación, algunos han llegado a obtener la máxima nota», destaca la coordinadora de este programa de estudios, que precisa que el contenido de este trabajo pesa un 30% en la calificación para acceder al diploma de Bachillerato Internacional.

La formación no es solo académica, sino que también hay un trabajo de educación en valores. Estos alumnos tienen que implicarse con el mundo que les rodea y para ello tienen que cursar las llamadas horas CAS, horas de creatividad, acción y servicio. Es tiempo que los estudiantes pueden dedicar al voluntariado en oenegés, a practicar deportes o tocar un instrumento o involucrarse socialmente en algo que les interese. Al final del bachillerato deben documentar, mediante un diario, haber realizado 50 horas de creatividad, 50 horas de acción y otras 50 de servicio.