Bogarra propone al caminante que disfrute de la senda de tres kilómetros que va desde el pueblo hasta el paraje de El Batán, pero que lo haga deteniéndose en las 32 esculturas que salpican ya este recorrido, después del trabajo realizado este fin de semana por 10 escultores que de manera altruista ofrecen su arte para que se perpetúe. Contribuyen así a mejorar el atractivo turístico de la localidad.
Cuatro escultores llegados de Córdoba, junto a artistas procedentes de Elche de la Sierra, La Roda, Chinchilla, Bogarra y Munera buscaron rocas que les inspiraran en la montaña y a la vista de todos los visitantes se pusieron manos a la obra. Uno de ellos, Pedro Arroyo, de Córdoba, aportó además una pieza esculpida en piedra, un niño que simula ser un guardián del bosque.
Entre los diez artistas que han trabajado este fin de semana han dejado 14 piezas, que se suman a las 18 que fueron realizadas en las dos ediciones anteriores de estas Jornadas de Escultura en el Paisaje, celebradas en 2012 y 2013. La idea, avanzó el promotor de esta iniciativa del escultor rodense Lauren García, es realizar próximas convocatorias.
«El recorrido ofrece de todo, hay esculturas de motivos animales, como un pez o un escorpión, pero también hay una cabeza, incluso un chupete o una magdalena», detalla el artista rodense. Las piezas son de los tamaños más diversos, desde los 20 centímetros a un metro. La piedra de la ruta es una roca caliza nada fácil de transformar, más aún esculpiendo in situ, lo que obliga a los artistas a improvisar e ir tallando conforme le va pidiendo la roca. La aparición de una veta inesperada o cualquier otra circunstancia no prevista, puede obligar al escultor a cambiar de planes sobre la marcha.
patrimonio turístico. El objetivo es conseguir un museo al aire libre, en pleno corazón de la Sierra del Segura, donde el visitante disfrute del arte y a la vez conviva la naturaleza. Año tras año se trabaja en completar este itinerario que va desde el casco urbano de Bogarra hasta el paraje del Batán, uno de los rincones con más encanto de la comarca, gracias a su encadenamiento de saltos de agua y de formas vegetales que la corriente ha convertido también en escultura. Se trata además de un particular aliciente para un camino histórico que está homologado como tramo de los senderos de gran y pequeño recorrido GR 67 (Sendero del río Mundo, Riópar-Hellín) y PR AB-21, respectivamente.
Los escultores participan de forma altruista, aunque los organizadores les ofrecen alojamiento y manutención. Este año se ha hecho partícipe a los más pequeños de esta actividad, ofreciendo a los más pequeños talleres de arte y reciclaje que se celebraron el sábado por la mañana, convocados por Senda Digital, entidad que organiza campamentos educativos y excursiones ecológicas pensadas para los niños y sus familias. Los grupos disfrutaron a su vez de una pequeña ruta guíada por el casco urbano de Bogarra y su hoz.
En la provincia no hay rutas similares, sí que en la vecina Cuenca hay una ruta de esculturas al aire libre, la denominada Ruta de las Caras, que se ubica en las orillas del pantano de Buendía.