La Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Vehículos (Apetreva) lleva, con el apoyo de la Federación regional, «más de 30 denuncias contra talleres ilegales interpuestas, hasta octubre de este año». Una «lacra», como la define el presidente de la organización, Antonio Atiénzar, de «muy complicada solución».
Son «más denuncias que el año pasado», pero evidencia que la labor vigilante del colectivo, «en la que tenemos mucho apoyo de la Policía Nacional, la Policía Local y, sobre todo, de la Guardia Civil, a través del Seprona», va dando poco a poco sus frutos.
De este esfuerzo se dio cuenta ayer por la tarde, ante los asociados, en la Asamblea General de Apetreva, en la que también se abordó el trabajo de adaptación que están haciendo los talleres a los nuevos sistemas de reparación de los vehículos eléctricos. «En muy poco tiempo se están impulsando cambios en los vehículos, y dejan las máquinas anticuadas», explica Antonio Atiénzar, que lamenta, al tiempo, que «de golpe se quiera modificar el modelo a las nuevas energías de propulsión».
El presidente de la Asociación Provincial de Talleres es tajante ante la pretensión del Ejecutivo de fijar, en el horizonte del año 2040, la fecha para ese cambio. «Parece que haya llegado la cochefobia política y que ahora el enemigo público número uno sea el diésel, y de cerca, la gasolina».
En su opinión, lo principal es que el país esté preparado para afrontar «un cambio de tal calado» y dar respuesta a la necesidad de consumo eléctrico tan grande que va a haber. A ello, añade «el perjuicio que puede suponer para el sector del automóvil, que en nuestro país -asegura Atiénzar- representa el 10% del PIB, y somos el octavo productor a nivel mundial».
Con todas esas cuestiones tenidas en cuenta, el empresario de talleres manifiesta «que sí ha de haber un cambio, pero con una transición más lógica».
buena sintonía. Apetreva, una asociación empresarial «con unas cuentas cuadradas y saneadas» -que se presentaron también en la asamblea de ayer-, tiene también recogidos los derechos, mejoras y obligaciones de sus trabajadores en el convenio que se firmó en abril «con vigencia de tres años».
Un acuerdo al que se llegó enseguida porque «tenemos muy buena disposición por todas las partes, tanto la empresarial como la sindical» y que supone «beneficios» para los talleres y sus trabajadores.
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